Un amigo me contaba esta historia hace unos días: “El profesor de geología del cole preparó una excursión de final de curso con sus alumnos y decidieron aventurarse como espeleólogos. El profesor de matemáticas también acompañó al grupo. Con tan mala suerte, que ya dentro de la cueva, se produjo un derrumbe de rocas que taponó la entrada, atrapando dentro a los dos profesores con todo el alumnado. La situación inesperada era grave, poco oxígeno, pocos medios para buscar una salida y niños que podían sufrir graves daños, mucha angustia y muchos nervios. Sólo había una solución, excavar una nueva salida y había dos paredes sobre las que excavar para encontrar esa salida. Los profesores tenían que decidir en cuál de las dos hacerlo, pero no llegaban a un acuerdo. Los dos profesores se enzarzaron en ver quién tenía la mejor idea mientras los alumnos, espontáneamente empezaron a ir retirando piedrecitas de en medio y…”
Y hasta aquí quiero contar…
No hay tiempo que perder, la vida de las personas es la que ahora está en juego, y el porvenir social y económico de las segovianas y segovianos también. Los políticos tenemos que aunar esfuerzos, trabajar conjuntamente en una única dirección, aprendiendo del ejemplo que la sociedad nos da trabajando para eliminar piedras del camino sin miramientos de ningún tipo. Los políticos debemos rendir pleitesía y lealtad a nuestras gentes.
Sabemos que sólo hay una solución, cavar en la misma dirección para encontrar la salida de la cueva. Ya habrá tiempo de evaluar si haberlo hecho de una u otra manera hubiera sido más o menos efectivo. Pero que eso quede para luego, ahora no hay esfuerzos que perder.
Todos tenemos el derecho, y la obligación, de aportar, de intentar sumar ideas nuevas para que las decisiones sean siempre lo más acertadas posibles. Para que cada palada de arena, la den unos u otros, nos sirva para avanzar hacia la luz. Pero no para tapar el hueco abierto por el otro. Por eso, desde el grupo Socialista en Diputación, hemos registrado esta semana más de cuarenta propuestas para salir de esta crisis humanitaria, a la que hemos osado poner nombre de mascota “Covid19”.
El camino, iniciado semanas atrás, es muy largo y quedan muchos pasos aún por dar. Tras el trecho ya recorrido sufrimos un dolor insoportable que nos ha de acompañar en el futuro, como individuos y como sociedad. Pero también nos deja un aprendizaje que no podemos olvidar: la importancia de lo público, de lo que es un derecho de todos; y que el mejor tributo que la política puede brindar a la sociedad es el trabajo limpio y conjunto de todos los partidos políticos.
Pertenecer al club de la POLÍTICA, la política con mayúsculas, debe ser un título que la sociedad, sólo nuestra sociedad “de los balcones”, otorgue a aquellos partidos políticos por su limpieza y ejemplaridad en estos momentos.
Los bulos, las mentiras, el poner piedras en el camino, terminará siendo el castigo que paguen los desleales.
