La tarde de granizo y tormenta que se cernió sobre Cuéllar el pasado domingo, la que hubiera sido una jornada festiva, dejó paso a un símbolo de esperanza que muchos vecinos capturaron con sus móviles. Nuria Herguedas, desde su balcón, captó este fenómeno óptico y meteorológico que se ha convertido en la señal de la confianza ante un futuro próximo en el que la tormenta también habrá pasado. El arcoíris pasó de los dibujos de los niños a la más bella realidad.
