La letra con sangre entra”, es un viejo refrán que utilizaban algunos padres y maestros para referirse a la educación y crianza de los hijos. Personalmente no estoy de acuerdo con esto, y siento alivio al saber que la sociedad ha evolucionado con respecto a este refrán.
En estos días de confinamiento hemos tenido tiempo de reflexionar, parece que la vida nos da un capón, intentando hacer bueno el refrán, a ver si entendemos que estamos haciendo, que ponemos primero en nuestra escala de valores. Se pagan sueldos desorbitados a personas por dar patadas a un balón, pero estos días no hemos tenido futbol y no ha pasado nada, pero ¿qué hubiera pasado si no tuviéramos médicos enfermeras auxiliares de enfermería, policías, militares etc.? Trabajos imprescindibles, no tienen mal sueldo, pero menor que el de un diputado o senador e incluso que el de muchos alcaldes. Pero voy más lejos ¿que hubiéramos hecho sin barrenderos, reponedores, panaderos? Con sueldos muchísimo más bajos y en estos días trabajos imprescindibles, o que haríamos sin esos ganaderos o agricultores que siguen trabajando y hace unos días estaban en las calles revindicando unos precios justos para sus productos.
Espero que hayamos aprendido la letra, la música ya nos la sabemos.
