Las dudas pueden sacar lo mejor de nuestro ingenio para intentar llevar a cabo una situación, como también generar otras dudas, ideas o posibilidades inesperadas en forma de sorpresa.
Poner a remojar la suspensión o indeterminación del ánimo entre dos juicios, hechos o decisiones puede llevarnos de la duda a la certeza de lo positivo.
Pudiera ser que tanto en la duda como en la cocina existan dos tipos, la buena y la mala. ¿Sería una duda existencial?
Para ablandar nuestro pensamiento, convendría no excederse en el tiempo de remojo para que los hollejos de nuestras dudas se liberen dando paso al placer de cocinar nuestras ideas, a través de la sensación de sentirse libre y de manera original.
A propósito de la familia de las leguminosas, quisiera describir brevemente el recorrido que hacen desde el campo hasta la digestión:
Habitualmente, algunas de ellas son secadas al sol, posteriormente almacenadas para después ser consumidas el resto del año y puestas en remojo la víspera del día de cocinarlas y disfrutarlas. Ya que nuestro cuerpo no posee en el intestino enzimas capaces de descomponer los oligosacáridos que contienen la piel de las legumbres, son destruidas en el colon por clostridium, un tipo de bacterias que las convierten en gases cómo el dióxido de carbono, el hidrógeno y el metano, los cuales propician las conocidas flatulencias. Un porqué bastante cotidiano lleno de dudas y tabúes resumido en pocas líneas. Quizás sembrar aprendizaje sea más fructífero de lo que parece. ¿Y si lo regamos con dudas?
La sociedad enseguida genera suspicacias al no estar bien visto cuando alguien planea, duda o cuestiona las doctrinas y dogmas establecidos, llevándonos quizás hacia el confort de la estabilidad, de lo fácil y de no dudar por que ya está todo inventado.
La duda es capaz de explorar caminos y de generar nuevas ideas. Un paréntesis de oxígeno cargado de energía positiva que permite detenernos para reflexionar y continuar. Afrontarlo con total disposición, puede llevar nuestra imaginación desde la idea hasta el disfrute de la receta.
Remojados en un mar de dudas, las olas de la incertidumbre nos han traído hasta aquí filtrando el agua de las impurezas ¿Y si estamos en deuda con las dudas?
