Tras 34 días de confinamiento, las calles y avenidas de Segovia continúan prácticamente vacías y queda aún mucho camino por recorrer para verlas como hacíamos hace poco más de un mes. Actualmente , se observa un aumento del tráfico debido a la vuelta al trabajo de los empleados de labores consideradas como no esenciales, perfectamente controlado por las Fuerzas y Cuerpos del Estado, que velan por la seguridad de todos.
Poco ha cambiado el panorama segoviano desde la última vez que echamos un vistazo a sus calles durante el confinamiento, a diferencia de la situación de puertas para adentro en los hogares de los ciudadanos. Conforme hemos ido aplanando la curva de la enfermedad, también se ha modificado nuestra curva productiva. Todas esas agendas llenas de retos y actividades, videollamadas grupales que teníamos previstas para la primera semana de confinamiento se han estabilizado y el pueblo segoviano ha empezado a darse cuenta de que vale más la calidad que la cantidad. Hemos empezado a ver el valor real de nuestro vecino, de nuestro compañero de piso, de ese libro que no nos íbamos a leer nunca o de esas personas con las que hacía meses que no hablábamos.
De cara al futuro queda mucho por hacer, pero todo comenzará a resolverse pronto si los ciudadanos seguimos siendo ejemplares con el cumplimiento del confinamiento. No sabemos cuándo llenaremos de nuevo las calles vacías, pero si hemos tenido tiempo para llenar otros vacíos que teníamos pendientes.


