Música, baile, liturgia y comida fueron ayer las notas más características en toda la diócesis de Segovia, cuyas parroquias se volcaron para mostrar una calurosa acogida a los peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud. Las imagenes de la jornada ponen de manifiesto la importancia de un día en el que todo fue de todos y que sirvió para compartir vivencias y experiencias en torno a la misma fe. / Fotos: M.G./G.H.
