En la tercera de las jornadas de paro parcial protagonizada por los trabajadores de SAU Segovia, los representantes del comité de huelga, apoyados por los sindicatos UGT y CCOO, han informado esta mañana de que no se han producido avances significativos en el conflicto laboral que mantienen con el administrador de la empresa, José María Ibarra.
Así mismo, tampoco han obtenido una respuesta de la Consejería de Sanidad a sus solicitudes de mantener una reunión con el consejero, Francisco Javier Álvarez Guisasola y representantes de Sacyl (Sanidad Castilla y León).
Por ese motivo, los representantes de los casi 140 trabajadores de esta empresa que realiza el transporte sanitario en la provincia han decidido mantener la convocatoria de huelga indefinida de 24 horas, a partir del próximo lunes, 1 de febrero.
Además, han advertido que los huelguistas seguirán unos servicios mínimos que ellos mismos fijarán porque consideran abusivos los establecidos por la Consejería de Sanidad el pasado día 22.
En este sentido apuntan a la posibilidad de que sólo se cumplan las emergencias y urgencias y los transportes de personas que tienen que seguir tramientos de diálisis.
Además, han anunciado una concentración para el mediodía del próximo lunes ante la sede de la Consejería de Sanidad en Valladolid como protesta por lo la actitud de «lavarse las manos» por parte del consero ya que, en opinión de UGT y CCOO, el transporte sanitario afecta directamente a los usuarios del sistema público de salud en la provincia y, por lo tanto, «alguna responsabilidad tienen en este conflicto».
Integrantes del comité de empresa de SAU han añadido también que a partir del día 1 de febrero las movilizaciones van a afectar más a los citados usuarios que, sin embargo, «comprenden y entienden» su motivación, ya que el lunes se cumplirán tres meses en los que el empresario adeuda el salario a los trabajadores.
Precisamente los trabajadores han confirmado que se ha producido un ingreso parcial en sus cuentas, de 600 euros, que consideran insuficiente, ya que supone sólo una parte de la nómina de noviembre y, además, piden garantías de que van a cobrar todas las cantidades pendientes y que en los próximos meses no se van a producir más impagos.
