Muchos de los 173 alumnos de la Universidad de Valladolid (UVa) en el Campus de Segovia sentían ayer una extraña mezcla de nervios e ilusión. Y todos buscaban la explicación a ese cosquilleo en el estómago justo en el momento de tomar asiento para la ceremonia de graduación de la Novena Promoción de Publicidad y Relaciones Públicas del Campus de Segovia, que se celebró ayer por la tarde.
El ágora del Campus María Zambrano acogió a más de 900 personas y se convirtió así en el escenario en el que los alumnos intentaban fijar en su memoria los mejores recuerdos de los últimos cinco años de vivencias y estudios en Segovia, con sus familiares sentados en la parte trasera del auditorio. “Ya era hora de conocer a los padres de la que ha sido mi ‘hermana’ estos cinco años”, exclamaba una de las alumnas a los padres de su amiga y compañera de estudios, minutos antes del acto.
El decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación, Agustín García Matilla, ejerció como maestro de ceremonias con un discurso “desde el corazón”, en el que invitó a los alumnos, venidos 16 comunidades autónomas a afrontar el futuro con valentía e ilusión.
El decano tuvo unas palabras de agradecimiento a las familias, que “han apoyado con su esfuerzo económico y han creído en las posibilidades de estos estudiantes que han conocido los avatares de estudiar en un campus alejado de Valladolid”, dijo.
El discurso de García Matilla tampoco estuvo exento de reivindicaciones, en especial aquellas referidas a la defensa de la educación pública y cómo los recortes presupuestarios “han esquilmado en pocos años un patrimonio que es de todos”. “A nosotros nos corresponde imaginar salidas para buscar también nuevas fuentes de financiación —dijo el decano—. No hay excusa para que la educación y el desarrollo de la investigación en nuestro país sigan sufriendo recortes los españoles.
Entre los recuerdos que los alumnos de esta promoción han metido en su “maleta” está el del traslado de las instalaciones del Palacio de Mansilla y los bajos del centro comercial de Mahonías al nuevo Campus María Zambrano, víctima de esos recortes. García Matilla destacó que a pesar de contar con “media sede, la sociedad segoviana sabe muy bien que no hay un acto relacionado con la educación y la cultura en el que no participe nuestra universidad”.
La Novena Promoción es una promoción muy especial pues sus alumnos conviven con aquellos que ya cursan sus estudios dentro del Espacio Europeo de Educación, el Plan Bolonia, lo que ha propiciado que el Campus haya vivido en una semana dos promociones de Publicidad y Relaciones Públicas: la de estos, los últimos licenciados, y la de los primeros graduados.
Sin embargo, estos alumnos han sabido transmitir el dinamismo e implicación a la que hizo referencia el decano. Estos alumnos han vivido los últimos cinco años en un contacto muy estrecho con la ciudad y con muchas de las iniciativas culturales. Así, han sido voluntarios en Titirimundi o en la Muestra de Cine Europeo de Segovia, pero, además, han sido capaces de dar continuidad a Publicatessen, confiriéndole una proyección internacional.
Esta “forma de concebir la Universidad, ha convertido, según García Matilla, al Campus de Segovia en “la envidia” de muchos centros. Por eso la Novena Promoción contó con dos padrinos muy especiales para los alumnos, los dos profesores de la UVa: Tecla González y Alberto Martín, que fue alumno de la Primera Promoción.
El esperado momento de imposición de bandas y entrega de diplomas puso el broche a la ceremonia. En ese momento, los nervios de los alumnos habían desaparecido, aunque cuando bajaban las escaleras del edificio del Alto de los Leones, tomaron conciencia de que el verdadero viaje — “en busca de Itaca—, comenzaba ayer por la tarde.
