El tenista español Rafa Nadal comentó ayer tras perder la final del Abierto de EEUU ante el ‘número uno mundial’, Novak Djokovic, que la temporada que está realizando el serbio es «muy difícil que se vuelva a repetir», para añadir que es complicado que pueda mantener ese nivel tan alto.
«Nada es eterno y él no va a estar siempre como en esta temporada. Evidentemente, el momento es el suyo y está jugando muy bien todo el año y ha dado muy pocas opciones a todos sus rivales incluido yo», reconoció.
Tras perder la final, el de Manacor aseguró: «Tengo un claro objetivo en el futuro y es ser mejor. Tendré que jugar más largo, más cerca de las líneas y sacar mejor. Debo de hacer todo mejor para poder superarlo».
Pese a ello, el jugador balear explicó que se va contento del torneo y de su partido, pese a sumar su sexta derrota en una final este año ante Djokovic, que ha ampliado la brecha en 4.000 puntos en la clasificación de la ATP: «Hoy sí me voy contento del partido que he hecho contra él, sobre todo mentalmente. A ‘Nola’ le ayudó más el servicio, ha conseguido golpes ganadores de forma más sencilla y es un especialista en estas superficies. Ha sido mejor que yo y hay que aceptarlo. Me voy con la cabeza muy tranquila».
«No me considero tan bueno como para valorar negativamente esta temporada» después de haber ganado Roland Garros y el Master de Montecarlo y jugado otras dos finales de Grand Slam y cuatro más de Masters 1000. «Soy consciente del año que he hecho y de la dificultad de estar siete años entre los dos mejores del mundo», concluyó el bravo tenista español, que llegó a Córdoba ayer por la tarde, tras aterrizar en el aeropuerto de Sevilla en un vuelo chárter procedente de Nueva York, y ya se encuentra hospedado en el hotel del equipo español de la Copa Davis que, a partir del próximo viernes, disputa una de las semifinales de este torneo ante Francia, donde es claro favorito. En la final, presumiblemente, le esperará la Serbia… de Novak Djokovic.
Pero ahora no es el momento de hacer más cábalas, sino de descansar física y mentalmente, pues aún está en la retina de todos los aficionados las imágenes de Nadal retorciéndose de dolor en el suelo en medio de una rueda de prensa.
Lo cierto es que este manacorí no deja de sorprender porque tan solo 17 horas después de haber perdido en Nueva York se puso a entrenar durante media hora, a casi 42 grados, en la plaza de toros de Los Califas, escenario de la eliminatoria contra los galos.
En la pista estuvo acompañado por el capitán del equipo español, Albert Costa, quien siguió muy de cerca la evolución del balear después de acabar exhausto el torneo americano.
El ‘número dos’ del mundo, que tuvo como compañero de ‘pachanga’ a Marc López, buscó buenas sensaciones sobre la tierra batida después de los problemas físicos que tuvo al final del encuentro ante Djokovic. Entretanto, los galos calentaron con balones de rugby y fútbol, y no se dejan de quejar del intenso calor andaluz.
Por otra parte, el estadounidense John McEnroe advirtió que «nunca» había visto a Nadal tan desconcertado. En cambio, Gasol ensalzó a su amigo: «Luchó a muerte. El tercer set fue maravilloso, increíble, lástima que en el cuarto no pudiera mantener ese nivel de juego, pero hay que agradecerle lo que hace, cómo juega y felicitarle por este gran año».
