Recién llegados de presentar la XXII Fiesta de los Gabarreros en Guadarrama empezamos a reflexionar sobre la salud de la fiesta que conmemora la vida de aquellas personas que subían al monte a recoger leñas muertas. Era un trabajo muy duro y sacrificado y muchos de nuestros vecinos, en mayor o menor medida, se dedicaron a ello.
La mañana ha girado alrededor de la Plaza Mayor de Guadarrama; la colaboración de su Ayuntamiento ha sido impresionante. Han conseguido hacer mucho más grande el evento solicitando la colaboración de ganaderos locales que han llevado caballos y bueyes (muchas gracias a Iván, Alfonso y Norberto) y nos han obsequiado con un picadillo por la Peña ‘El Tortillón’. Iniciamos los actos con el ‘pasacalles’; música, baile y desfile de animales para volver a la plaza.
A continuación, la exhibición de corta en sus distintas disciplinas y la caída de la coguta del pino y aquí es donde ha llegado la sorpresa: Alonso, cuarta generación de una familia dedicada al monte, los Muñoz; un chaval de cinco años que ya tiene la madera en su sangre. Su bisabuelo fue campeón de España de corta en los años 50 y él ya está despuntando. Llevaba nervioso toda la mañana pero en cuanto le pusieron el arnés se centró. Durante un gran silencio y bajo la atenta mirada de todos y la supervisión de su padre y de su tío, trepó por el tronco como si fuese una ardilla. Menuda ovación y qué forma de celebrarlo. Ya tenemos nueva generación de cortadores.
El grueso de las actividades tendrá lugar el próximo fin de semana y todo el mundo está invitado.
