Para Vanessa Vela, cruzar el Polígono Industrial El Cerro tiene un halo heroico similar al que el Ejército Rojo chino liderado por Mao Tse Tung llevó a cruzar el país entre octubre de 1934 y octubre de 1935 para reagrupar el brazo armado del Partido Comunista y consolidar a su líder como el máximo mandatario del país. Pero Vanessa Vela no aspira ni de lejos a liderar ninguna facción política, y su único deseo es atravesar las calles de la zona industrial segoviana con su silla de ruedas a motor sin ningún problema; circunstancia ahora casi imposible por el precario estado de las infraestructuras viarias del polígono.
Cansada de sortear baches o pasar por aceras estrechas o inexistentes, Vanessa Vela decidió remitir un escrito al presidente de la asociación de industriales del Polígono El Cerro, Juan Manuel de Frutos, en el que pormenoriza al detalle los problemas que no solo ella, sino cualquier persona con discapacidad que tenga que manejarse en silla de ruedas por esta zona, que es una de las principales vías de acceso al Centro Comercial ‘Luz de Castilla’.
En su caso, la falta de vehículo propio y las dimensiones de su silla de ruedas a motor –incompatibles con el uso del transporte público en el espacio adaptado para este artefacto- le obligan a recorrer este trazado desde varios recorridos, coincidentes con el paso por el polígono industrial.
En el escrito, indica que el mal estado de las aceras y bordillos le obliga a cubrir el trayecto empleando la carretera, lo que supone “un peligro para la circulación de vehículos y para mi seguridad y la de mi acompañante”. En cuanto a las aceras, señala que su estado es “pésimo”, con algunos tramos de tierra, piedras y trozos minúsculos de pavimento “lo que provoca que no pueda circular con facilidad . A eso se suma la colocación de postes de electricidad que reducen el espacio para pasar con la silla, o el hecho de que la inclinación de la acera en algunos tramos “sea más acusada que en otros, lo que provoca que la silla de ruedas pierda el equilibrio y una posible caída”.
Los bordillos suponen otro problema, ya que no existen rebajes para poder subir a la acera y su estado de conservación es “muy deteriorado”. Además, el grado de inclinación de los accesos a la acera en algunas zonas “hace qe la silla de ruedas se vaya para atrás, se pare por completo o la batería de la silla salte y se descoloque”, lo que hace muy difícil que ella sola pueda acceder y necesite el apoyo de un acompañante.
Estas y otras peticiones se desarrollan en el escrito remitido a la asociación de empresarios, cuyo presidente ya ha hecho llegar al Ayuntamiento estas peticiones en un reciente encuentro con la alcaldesa Clara Luquero y los responsables municipales; que al parecer tomaron buena nota de estos problemas para una futura y pronta solución.
Ahora cabe esperar que en breve –si los presupuestos no lo impiden- las obras de acondicionamiento del polígono permitan a Vanessa Vela y a todos los discapacitados físicos de Segovia poder transitar por sus calles sin barreras arquitectónicas… porque eso también es igualdad.
