¿Cuántos de ustedes tienen años suficientes para, mirando hacia atrás sin ira, recordar sucedidos, acontecimientos, casos y cosas de nuestra Segovia de la década de los sesenta? Por si hubiere algún incrédulo, afirmo que esa época existió.
Con la ayuda imprescindible de publicaciones de la época, por aquello de que algunas cabezas ya no pueden ir sin bastón, encontré un amplio ramillete de ‘quisicosas’ con las que dar un repaso a aquella época.
Recuerdo entrañable. La Sociedad Ciclista Segoviana obtuvo permiso para, además de nacer, organizar su Vuelta Ciclista. ¡Cuánta ilusión no exenta de esfuerzo! No menos de medio año les costaba a los directivos la organización. Y los que llegaron después hicieron lo mismo. Como si el tiempo no hubiera pasado. Y vaya si ha pasado.
Un Comité organizador de aquella década del que yo tengo un grato recuerdo, incluso de los que ya no se encuentran entre nosotros, era el integrado por Eulalio Moreno, Felipe Yubero, Alberto Grande, Juan Antonio Callejo, Enrique Pascual, Pedro Jimeno, Ricardo Ramos…
En otros ámbitos, el programa de festejos de la ciudad ‘mandaba’ a Las Arenas el concurso de pesca infantil y, a la misma hora, en el circuito formado entre las calles Roble, Santo Tomás y Ezequiel González había carrera de karts.
Otra ‘estampa’ menos lúdica pero muy positiva, la ofrecía nuestra Caja de Ahorros y M.P. que se anunciaba, y era verdad, como ‘Entidad Benéfica al servicio de Segovia y de los segovianos’. Y hasta se ‘atrevían’ a decir que “contribuimos al desarrollo de la provincia” Y si era así, y lo era… ¿quién cojones (perdón, testículos) puso la primera zancadilla para su derribo?
Es solo una pregunta tonta.
También se celebraban torneos de ajedrez. Recuerdo el jugado entre el Schweppes de Madrid, campeón de España, y el equipo de la Sociedad Ajedrecista Segoviana. Y, por la noche, verbena en la Terraza Jardín para entregar los premios a la ejemplaridad deportiva.
