Con la resaca de un día de deporte y emociones en la villa, el Club Atletismo Cuéllar hace balance de la IX edición de la Carrera de las Murallas. Félix González, presidente del club, habla de una “satisfacción total” de la organización, que el domingo se daba la enhorabuena por haber logrado una edición más con mucho esfuerzo. Recuerda que todo se hace de manera altruista, quitando tiempo de ocio y familiar, y que todo lo que se recauda es para la carrera, a excepción de lo donado a la Asociación Española Contra el Cáncer; este año, 650 euros se donan a la causa.
González reconoce que este año todo ha sido más complicado, puesto que ha habido colaboradores que han salido y nuevos que han entrado, con lo que ello conlleva. Por otro lado, los nuevos recorridos han traído consigo algún quebradero de cabeza, con reacciones de todo tipo de las que se hace eco. Asegura que hay gente contenta y gente a la que no le ha gustado, pero que su objetivo está cumplido; los cambios se hicieron con la meta de animar a la gente a practicar este deporte, que los que no se atrevían a hacer 5 kilómetros se animaran con un trazado más suave, y que los de 5 se atrevieran a hacer 10. “Me quedo con un comentario de un atleta, que dijo: yo voy a una carrera a correr lo que me pongan”, explicó el presidente del club. Aún así, Félix quiso agradecer lo que reflejan las cifras: que los cuellaranos responden en su carrera, ya que el mayor porcentaje de corredores inscritos procede de Cuéllar, motivo para que la organización saque pecho. El club aún no ha decidido qué pasará en la X edición, si el recorrido quedará así o con variantes, pero lo que sí adelantó es que no cree que se vuelva al recorrido anterior. “Podrá haber cambios que tenemos que valorar, pero no creo que volvamos a lo anterior”, afirmó.
En cuanto al voluntariado, Félix reconoce que la llamada este año se hizo tarde, pero lograron cubrir todos los puntos necesarios. Han contado con los miembros del Club Ciclista San Miguel, ayuda recíproca que se les devolverá el 17 de abril. Animan a todos a colaborar ese día también, tanto a los miembros de su club como a gente externa, más si cabe cuando la carrera de La Chuleta tiene tantas necesidades.
Otro motivo de orgullo es el aumento, año tras año, de corredores de las categorías menores. “Es una gozada verlos y sabemos que detrás de cada niño hay padres animando”, reconoce González. Aplaude la iniciativa de premiar a todos los niños que terminaron la carrera entregando una medalla; “se van contentísimos”, aseguró.
Todavía no han decidido con qué sorprenderán al año que viene, fecha de aniversario de una carrera que cumplirá 10 años, pero seguro volverán a llenar de deporte las calles de Cuéllar con el ánimo de estos nueve años, más uno.
