El pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acordó ayer por unanimidad suspender cautelarmente de sus funciones al juez Baltasar Garzón tras haberle abierto el Tribunal Supremo juicio oral por declararse competente para investigar los crímenes cometidos durante el franquismo.
Además, este órgano aplazó su decisión sobre el traslado temporal a la Corte Penal Internacional (CPI) del magistrado, ya que sus miembros van a pedir nuevos informes sobre el asunto, entre ellos, uno a la sala de lo penal del Tribunal Supremo, la encargada de juzgarle.
El Consejo comunicó ayer mismo a Garzón que aún no hay respuesta a su petición de traslado en un día duro para el juez, que abandona la Audiencia Nacional tras 22 años de ejercicio.
La sesión extraordinaria del CGPJ se prolongó durante cerca de tres horas y los 17 vocales más el presidente acordaron suspender a Garzón en cumplimiento de los artículos 383.1 y 384 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ).
El pleno entendió que la suspensión viene determinada por el auto del magistrado del Tribunal Supremo Luciano Varela por el que abre juicio oral al juez de la Audiencia Nacional.
La portavoz del organismo, Gabriela Bravo, explicó que a Garzón se le comunicó por teléfono esta decisión y que quedaría por tanto suspendido en cuanto se le notificase la resolución y su fundamentación jurídica, cosa que sucedió pocas horas más tarde.
Al ser preguntada por el plazo que puede tener esta suspensión cautelar, Bravo señaló que se prolongará «durante todo el tiempo que dure el procedimiento y hasta que se dicte sentencia».
Respecto a si la ley permite a un juez suspendido concederle un permiso para trasladarse a un órgano como el TPI, la portavoz indicó que precisamente es esta cuestión la que estudiará y resolverá la Comisión Permanente.
La carta de Moreno Ocampo explica que la contratación de Garzón sería por siete meses y busca que aporte su experiencia en el ámbito de la investigación de crímenes contra la Humanidad respecto a varios países.
Tras ser cuestionada por si no teme por el prestigio de la Justicia en España por el hecho de que este procedimiento se iniciara por querellas de formaciones de la ultraderecha, Bravo expresó el respeto del CGPJ a las discrepancias y la dimensión mediática que ha provocado este asunto. «En España tenemos un sistema judicial garantista y tenemos unos jueces constitucionales que desde su independencia y su responsabilidad aplican las leyes», explicó la portavoz, que recordó que en los 30 años de democracia el Supremo ha dado «muestras evidentes» de que ha actuado siempre conforme a Derecho.
Durante la celebración del pleno extraordinario, un grupo de familiares de víctimas del franquismo se concentró frente a las puertas del CGPJ en apoyo del magistrado, portando una bandera republicana y pancartas en las que se criticaba la decisión de Varela.
Entre ellos, se encontraba la abogada Cristina Almeida para quien la suspensión de Garzón es «una canallada» cuando hay varios recursos pendientes de ser resueltos en el Supremo.
Veintidós años después de que las cruzara por primera vez como magistrado, un emocionado Garzón salió por las puertas de la Audiencia Nacional dedicando sonrisas de agradecimiento a sus compañeros que le ovacionaban con aplausos, aunque no pudo evitar la emoción al despedirse de ellos.
El magistrado, que trabajó normalmente durante la mañana, abandonó el edificio 40 minutos después de conocer que la suspensión de sus funciones. Allí, en la escalinata de ingreso, le aguardaban una treintena de funcionarios y compañeros, entre ellos los jueces Fernando Andreu y Santiago Pedraz, que irrumpieron en aplausos.
Desde el ámbito literario, el escritor portugués José Saramago aseguró que la suspensión del magistrado es una de las noticias «más tristes» que ha recibido nunca y añadió: «Las lágrimas de Garzón son hoy mis lágrimas».
Por su parte, diversas asociaciones de magistrados consideraron que no se puede otorgar al juez una comisión de servicios especiales para que se incorpore al Tribunal Penal Internacional, porque ya ha sido suspendido de sus funciones.
