El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el delegado del Gobierno en la Comunidad, Javier Izquierdo, aunaron posturas en torno a la Política Agraria Común (PAC) y el modelo de «éxito» de Castilla y León en la España de las autonomías.
Respecto a la PAC, Izquierdo abogó por establecer un diálogo europeo, por lo que pidió que socialdemócratas y populares aúnen posturas en el Parlamento Europeo, cuya posición será «decisiva» para evitar una «merma importante» en las ayudas de la PAC. «Si no hubo un acuerdo sobre el marco financiero fue debido a profundas discrepancias en este sentido», aseveró.
Por su parte, Mañueco aseguró que el Gobierno tiene el apoyo de la Junta en la negociación de la PAC, aunque advirtió de que también serán «firmes y exigentes» para que se llegue a acuerdos con otros estados miembro.
Así lo indicaron en la rueda de prensa posterior a esta primera reunión en la que ambos dirigentes abordaron temas como la seguridad y protección ciudadana, en la que Mañueco comprometió implicarse «a brazo partido», la reforma del modelo de financiación autonómica, el desafío demográfico, la transformación digital o las infraestructuras, aunque «sin entrar en detalles».
«Esta es la foto de la normalidad institucional y democrática con independencia del signo político», destacó Izquierdo, que agradeció la disposición de la Junta a «colaborar y dialogar».
Entre las reclamaciones de la Junta al Gobierno, Mañueco resaltó la deuda de 2.500 millones de euros del IVA que se adeuda a las Comunidades Autónomas. En este sentido, avanzó que agotará «todas las vías políticas».
Una reclamación que Izquierdo considera «legítima» pero recordó que el Gobierno debe atenerse al actual marco legal, aunque, en cualquier caso, se comprometió a trasladar esta disposición al Gobierno central y a buscar una solución «dialogada».
En materia de infraestructuras, aunque, «sin entrar en detalles», Mañueco demandó una apuesta que sirva para generar oportunidades que permitan el asentamiento en el territorio y con especial incidencia en la transformación digital, «tan necesaria como las carreteras y los ferrocarriles».
Por su parte, Izquierdo incidió en que las infraestructuras nunca son «un fin en sí mismas» sino una «herramienta con potencial a aprovechar» y propuso aprovechar la logística como una oportunidad más de desarrollo en la Comunidad.
En lo que respecta a la Evaluación para el Acceso a la Universidad, este supuso el mayor punto de discrepancia entre ambos, que reiteró sendas posturas sobre este ámbito: mientras que Mañueco defiende una prueba única que garantice «igualdad y justicia» en el acceso a la universidad, Izquierdo apuesta por un examen «homogéneo» aunque no «exactamente igual».
