Donde una puerta se cierra, otra se abre, escribía Miguel de Cervantes en ‘El Quijote’ hace más de cuatro siglos. Esta suerte de aforismo es uno de los motivos que ha llevado a Paula González, fundadora y alma máter de ‘The Singular Olivia’ desde hace más de once años, a cerrar su tienda física de la plaza Doctor Laguna casi ocho años después de dar el salto a las calles segovianas.
La otra puerta que se abre bien podría ser la potenciación de un servicio de venta online que no para de crecer año tras año, que también, pero Paula no esconde su verdadero motivo: está esperando su segundo hijo (una niña esta vez) y busca el modo de vida que mejor le permita conciliar la vida familiar con la laboral.
“No cierro la tienda porque me vaya mal, ni mucho menos, pero me falta tiempo. Hasta ahora hemos tenido cuatro líneas de negocio, la tienda física, la venta online, la fabricación de nuestros propios productos, que se distribuyen a nivel nacional e internacional, y la asesoría personalizada de cosmética y aromas. De las cuatro hemos optado por cerrar la tienda física porque gran parte de nuestro negocio es online. Pero no nos vamos, mantenemos la oficina y el almacén en la plaza los Espejos, donde espero también poder hacer eventos, ‘pop ups’, presentaciones…”, avisa una ilusionada Paula.
Segoviana de adopción desde que llegase a estudiar Publicidad, ha creado un negocio que se ha convertido en un atractivo turístico más en la edad de oro de las redes sociales y los ‘influencers’. Basta con hacer un rápido repaso por sus publicaciones, que llegan a más 85.500 usuarios de Instagram y 62.000 perfiles de Facebook, para comprobar la buena aceptación que tienen sus productos cosméticos -principalmente jabones y velas- y que han logrado que una gran cantidad de personas se hayan desplazado a Segovia con el propósito principal de visitar su tienda.
“El día del cierre vino mucha gente expresamente para estar en la fiesta de despedida. Clientes de Canarias, Navarra, Cuenca, Málaga… se lo debo principalmente a las redes sociales. Han sido el motor de mi negocio, ni siquiera dar el paso de abrir una tienda física se acercó a la repercusión que he logrado en internet”, asegura Paula, quien admite que dedica mucho tiempo a sus perfiles.
Después de más de tres años en la calle Velarde, donde hizo sus primeros clientes y recibió con sorpresa comentarios que dudaban de la viabilidad de su negocio, trasladó su negocio físico a la plaza Doctor Laguna y el almacén a la plaza los Espejos, pasando también por Padre Claret.
Ahora, con la ilusión de seguir satisfaciendo las necesidades de sus clientes a través del comercio electrónico, medio elegido también por muchos segovianos para realizar sus compras en ‘The Singular Olivia’, y después de unos días ajetreados vendiendo el mobiliario -“lo mismo me he equivocado de negocio”, bromea-, Paula cambia, pero no se cierra puertas. “Quién sabe, igual en unos años me lo replanteo y abro algo”, avisa.
