Hay equipos con orgullo, que cuando les “pinchas” reaccionan con casta y con genio. Y luego hay otros a los que parece que nada les importa, y que pasan por encima de los partidos prácticamente sin mancharse la ropa. Ayer, sobre el difícil campo de La Albuera, la Gimnástica Segoviana demostró esa reacción visceral que siempre se espera del león herido, mientras que el Cristo Atlético no mostró ni un atisbo del buen equipo que va a lograr mantener con solvencia la categoría. Es más que posible que el hecho de no tener ambiciones clasificatorias esté pasando factura al conjunto palentino, pero de ahí a hacer sentir vergüenza a su entrenador, tal y como confesó Juanjo Rodríguez al final del encuentro, media un abismo.
Un minuto y quince segundos tardó la Segoviana en desnudar todas las carencias de su oponente, los que tardó Dani Calleja en montar una rápida acción ofensiva por la banda izquierda, medir el pase en profundidad al velocísimo Rubén, y éste enviar de primeras al segundo palo, donde Edu marcó a puerta vacía. Espectadores de excepción de la jugada azulgrana fueron los jugadores del Cristo, que ni presionaron a Calleja, ni corrieron a recuperar la posición defensiva. Algo que iba a ocurrir durante buena parte del encuentro.
Con el 1-0 la Segoviana optó por actuar con inteligencia, y esperar a que el Cristo adelantara sus líneas y dejara descubierta su espalda, como así fue en varias ocasiones, sobre todo en su lateral zurdo, por donde Borja, Edu y Calleja hicieron lo que les dio la gana. El 2-0 pudo llegar en cualquiera de los centros que una y otra vez sobrevolaban el área visitante, pero acabó llegando en una contra en la que Mariano se encontró con el sueño de todo delantero, 40 metros solo con el balón, con los defensores en Cuenca, y el portero casi en Albacete. Como Mariano es así, cuando todos le pedían que elevara el balón por encima del portero, prefirió tirársela por abajo, ajustando su lanzamiento al palo. Habría dado igual, porque el guardameta del Cristo estaba vendido por todos los lados.
El partido parecía por momentos un entrenamiento de “ataque contra defensa sin patadas”, habida cuenta de la nula intensidad de la defensa palentina. Mariano y Edu se sacaron de la manga un contragolpe supersónico que no fue gol de milagro. Pero al final el 3-0 acabó llegando en un saque de esquina que botó Calleja, tocó Mariano, y Anel remachó en boca de gol. El Cristo seguía de miranda, como estuvo durante todo el primer tiempo, y al descanso se fueron todos tan amigos.
Algo (o mucho) debió de decir el técnico palentino Juanjo Rodríguez a sus jugadores en el vestuario, puesto que salieron en la segunda parte con algo más de mordiente, sobre todo en la primera línea de presión de una Segoviana algo más relajada, con Sedano haciendo pruebas, colocando a Ricardo en el lateral derecho por Borja, dando entrada a Agustín en la mediapunta. Pero de poco sirve que presionen cinco jugadores de un equipo de fútbol, si los otros cinco no lo hacen. Así, el centro del campo del Cristo Atlético se convirtió de nuevo en un colador por el que entraron Mariano y Edu de nuevo con pasmosa facilidad. Hasta en cuatro ocasiones se plantaron los dos jugadores azulgrana en mano a mano con el portero Pedro en los segundos cuarenta y cinco minutos, y solo en una acción la jugada terminó en gol, después de que Edu viese claro el “cante” del guardameta en una falta lateral, y sólo tuviese que estar preparado para recibir la pelota, que le llegó a los pies en cuanto puso un poco de intención para encontrarse con la portería vacía.
Poco antes, el Cristo Atlético tuvo su ocasión, cuando Ánder se plantó con mucha ventaja ante David Durán, pero su lanzamiento se marchó desviado. Con el campo cada vez más pesado, la Segoviana optó por conservar aún más la pelota, dejando que pasaran los minutos, aunque cada vez que la acción ofensiva superaba la primera línea de presión, el peligro sobre el marco de Pedro resultaba evidente. Rubén redondeó el buen partido, suyo y de todo el equipo, con un buen gol que también contó con la colaboración de la defensa del Cristo Atlético, y así la Segoviana pudo pasar la fría tarde del sábado con una buena sonrisa. Si el equipo no logra la clasificación para el play off, que por lo menos ofrezca buenos partidos como el de ayer. Y que siempre muestre el orgullo y la ambición.
