La nave espacial Juno permanecerá un año en la órbita polar de Júpiter con el fin de proporcionar información sobre la magnetosfera del planeta, unos datos que acercarán a los expertos al origen del campo magnético, según explicó la NASA.
Se trata de uno de los nueve experimentos que la sonda ha de realizar a partir de 2016, año en el que está previsto que alcance el gran planeta. Para esta investigación, el taladro llevará consigo un interfaz equipado con ondas de plasma capaces de examinar los fenómenos que tengan lugar dentro de la atmósfera magnética.
Concretamente, el estudio se centrará en la energía solar que se produce en las conocidas auroras de Júpiter, que «avanzan» de norte a sur del planeta y que, según explicaron los científicos, se mueven «en un vuelo directo a través de los diferentes sistemas de corriente eléctrica que generan las propias auroras y las ondas de radio». «El gran astro cuenta con la capa magnética más grande y la más energética que se conoce, lo que convierte esta misión en una de las más interesantes de los últimos tiempos», indicó el investigador Bill Kurth, quien, además, apuntó que el instrumento de ondas de plasma ya fue usado en otras naves, como, las Pioneer 10 y 11, Voyager 1 y 2, Galileo y Cassini -esta última, actualmente en la órbita de Saturno-.
Pero esta investigación no es la única misión que Juno deberá atender en el espacio. Además, la nave recopilará datos sobre el origen del gran planeta gaseoso, investigando su profundo interior, la cantidad de agua que contiene en él, o el amoníaco que está presente en su atmósfera.
La nave invertirá cerca de cinco años en alcanzar la órbita del astro. Cuando se aproxime, permanecerá algo más de 12 meses en su entorno. Durante ese período, y según la NASA, el aparato tendrá tiempo de girar un total de 33 veces alrededor de Júpiter antes de descender hasta su gran capa de gas.
Por otra parte, la agencia espacial norteamericana invitó a 150 de sus seguidores en Twitter al lanzamiento del artefacto desde su plataforma en Cabo Cañaveral (Florida).
Además, los seleccionados participaron en una charla, a través de la red de microblogging, con algunos de los especialistas de la operación científica.
Según explicaron desde la institución estadounidense, los afortunados, representantes de seis naciones distintas, fueron elegidos al azar entre los 1.200 seguidores que se encontraban en línea en la red social durante el sorteo. Todos ellos estuvieron presentes en la pista de despegue cuando la sonda inició su viaje a bordo del cohete Atlas V.
La entidad americana destacó que Juno porta una cámara a color que ofrecerá imágenes cercanas al planeta, incluyendo los polos, que nunca han sido observados al detalle.
Además, los seleccionados visitaron las instalaciones del centro Kennedy en Florida y el día anterior al lanzamiento, pudieron hablar a través de internet con el jefe científico de la NASA, Waleed Abdalati; el director adjunto de Ciencia Planetaria, Jim Adams; el investigador principal de Juno, Scott Bolton; y uno de los científicos del proyecto, Steve Levin; entre otros miembros de esta misión.
No es la primera vez que la agencia espacial estadounidense recurre a las redes sociales para que cualquier ciudadano del mundo puedan observar in situ uno de los lanzamientos de sus aeronaves desde Cabo Cañaveral, puesto que ya lo hicieron el pasado 8 de julio en el despegue del transbordador Atlantis.
