Los Wrayajos no defraudan. La banda segoviana, fiel a sí misma, sigue deleitando a cientos de seguidores con cada concierto que ofrece y el de la noche del viernes, que cerraba el ciclo 2011 de Vete al Fresco Festival, fue memorable en todos los sentidos.
Ataviados con unas máscaras doradas, Fernando Martín (guitarra), Fran Moreno (guitarra), Gonzalo de la Osa (bajo) y Manolo Madrigal (batería y voz), ofrecieron lo mejor de ese surf-rock que ya tiene marca propia, con instrumentales que dejan sin aliento y temas con letras que rezuman un humor fino, entre gamberro e irónico.
La ocasión además pasará a los anales de la historia de los videoclips de grupos segovianos, ya que la noche en la plaza de San Martín, junto a las terrazas de los bares El Ojo y San Martín, tuvo su momento estelar con la presentación del que ha dirigido Carlos Alcázar y producido Keyland Producciones, Grupo Asocine y Producciones Artilugio. El artista invitado de ‘A piñón fijo’, Rafael García ‘Pelujo’, sin embargo, no hizo acto de presencia, aunque su intervención en el videoclip fue muy aplaudida y comentada.
Como decía Gonzalo de la Osa poco antes del concierto, “esta noche sacaremos el pulpo de la maleta. Nuestra cabeza de dinosaurio que nos crea confusión dirá ¿Por qué te vas?. Nuestras mansiones olerán a huevo frito más de lo habitual, daremos un paseo en orbea y brindaremos henchidos por haber taladrado los tímpanos de ancianos, niños y distraídas suaves muchachas”.
Los Wrayajos, además, presentaron temas nuevos, como ‘Molesto a las palomas’, donde la voz inimitable de Madrigal consigue una vez más que un estribillo humorístico suene como la canción más escalofriante del rock o hasta del punk.
Hay que destacar además, que según contó Madrigal, dos de los componentes, él mismo y De la Osa, estrenaron sus recién adquiridos instrumentos, joyas de los años sesenta que lucieron con desparpajo y hasta chulería.
En definitiva, un buen cierre para un festival que se ha asentado ya en la ciudad, con la complicidad del sector hostelero y ha convertido a muchas terrazas segovianas en un foro musical donde cabe desde la clásica al jazz, desde el rock a los boleros.
El otoño musical, auspiciado ahora por un pequeño pero selecto ramillete de salas, tiene el listón muy alto para ofrecer durante los próximos meses una oferta que pueda satisfacer a los segovianos más marchosos.
