Nieto de Félix Postigo, uno de los empresarios pioneros en la fabricación de chorizo de Cantimpalos, Jesús Postigo asume, a sus 57 años, uno de sus mayores retos de su carrera, el de llegar a ser alcalde de Segovia. El candidato popular tiene 57 años, está casado y con cinco hijos, todos ellos varones. Se licenció en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y desde muy joven tuvo responsabilidades en la empresa de su familia. Sus aficiones son leer, nadar “sobre todo en el mar”, jugar al golf y charlar con sus amigos. ¡Ah!, y se encuentra entre los fieles seguidores del Caja Segovia de fútbol-sala. Así es él. Su ideas políticas, en las próximas líneas…
Pregunta:—Si tuviera que definir a Jesús Postigo como persona y explicar brevemente su trayectoria vital, ¿qué diría?
Respuesta.— Me considero una persona corriente que tuvo la enorme suerte de nacer en una familia que me dio todo su cariño; de ahí mi unión a mi familia. Ella ha sido quien me enseñó a valorar el sacrificio y el esfuerzo (…) He pasado por dificultades, mi padre murió cuando yo tenía 19 años, yo era el hermano mayor y tuve que asumir muchas responsabilidades. Ese hecho me marcó, me hizo crecer. Con 20 años fui nombrado consejero delegado de la empresa familiar, El Acueducto S.A., sin estar preparado profesionalmente, y eso me hizo madurar (…) La gente me ha dado mucho más de lo que yo les he dado, y me siento muy agradecido…
P.—¿Cómo se definiría políticamente?
R.— Soy atípico. En cuanto a costumbres, me considero conservador. En lo económico y cultural, soy liberal. Y, en lo social, soy bastante progresista, quizá socialdemócrata.
P.—¿Qué empuja a un empresario de éxito a aparcar su vida profesional para embarcarse en una aventura como la de ser candidato a alcalde de Segovia?
R.— Me ha empujado mi responsabilidad, la misma que durante toda mi vida me ha llevado a tomar muchas decisiones. En una situación como la actual, hay que empezar a llamar a las cosas por su nombre, y decir a los segovianos que vamos a tener que hacer grandes sacrificios. Los ciudadanos exigimos a las administraciones públicas un montón de servicios, pero en estos momentos no hay recursos, y habrá que ser muy creativos, muy innovadores, para seguir dando esos servicios y crear las bases del futuro de Segovia (…) Por otro lado, no puedo obviar que me presento a alcalde porque me gusta. Si no me gustara no me presentaría.
P.—En una decisión de este tipo, la familia suele tener un peso importante. Pero, en su caso, se da una circunstancia especial, la de que usted ha sustituido en la lista del PP a una persona con la que ha tenido lazos familiares (Beatriz Escudero es ex cuñada de Postigo). ¿Ha resultado por ello más traumática la decisión?
R.— Evidentemente, fue un tema que me preocupó (…) Si hubiera atisbado la más mínima posibilidad de hacer daño (a la familia) no hubiera tomado esta decisión, porque por encima de mí están la tranquilidad, la alegría y la paz familiar (…) Fue una decisión difícil, no quiero entrar en pormenores, pero sí digo que cuando se me propuso encabezar la candidatura del PP exigí, como primera medida, verificar que el tránsito fuera de la forma más cortés, más digna, porque entiendo que por encima de cualquier ideología está la dignidad de las personas, y creo que una persona [Escudero] que ha trabajado, que se ha esforzado, que ha luchado, aunque pueda haberse equivocado en algunas cuestiones, es digna del mayor respeto y de la mayor admiración.
P.— Durante muchos años, usted figuró en la quiniela de posibles aspirantes a alcalde, pero nunca llegó a confirmarse ese rumor. ¿Alguna vez hubo negociaciones?. Y, en caso afirmativo, ¿por qué dijo que no?
R.—Desde que llegué a la presidencia de la Cámara de Comercio, en 1998, se comenzó a insinuar que yo era un tapado del PP. Yo nunca he escondido mi ideología, pero mientras dirigí los destinos de la Cámara intenté centrarme, y creo que lo conseguí, en atender al interés general de los empresarios, incluso en ocasiones enfrentándome a posturas de gobernantes del PP. (…) En unas anteriores elecciones se me hizo un ofrecimiento formal, pero desistí porque no tenía ninguna apetencia. Mi deseo de servir a la sociedad estaba cubierto con la presidencia de la Cámara. Luego, en 2010, cuando dejé la Cámara, porque entendía que era conveniente una renovación, sí dije que estaría encantado en seguir sirviendo a la sociedad segoviana. Y aquí estoy…
P.—Dígame, con sinceridad, algo que aprecie del gobierno de Arahuetes…
R.—Arahuetes trabajó mucho en su primer y segundo año. Quizá lo que diga ahora no sea políticamente correcto, pero es lo que pienso. Arahuetes implementó una serie de proyectos en su primera legislatura que fueron buenos para Segovia. Pero ahí se acabó su proyecto político. Segovia necesita ahora un fuerte impulso. Necesita sentar unas bases para que cuando salgamos de esta situación económica esté bien posicionada para desarrollarse.
