Presentará en Segovia algunos temas de su próximo disco ‘Puertos de Abrigo’. ¿Qué encontrarán sus seguidores en este nuevo trabajo?
Bueno, ese no es aún el nombre definitivo. El disco será un doble CD, uno en portugués y otro en castellano, más un DVD con imágenes de un concierto que di con la Roma Sinfonieta Orchestra, otro en Budapest en el Palacio de las Artes e imágenes de Atenas… El nuevo trabajo vive de toda esa temática, describe un camino que empieza con esa desnudez y vamos encontrando los puertos de abrigo. La musicalidad es portuguesa, pero es muy variado, va desde el flamenco hasta el folclore argentino, hay colaboraciones… Las presentaciones en directo tienen una acogida muy buena en todas partes, en Italia, Grecia, Rumanía… y me da mucho gusto esa libertad que el público, que es mi patrón, me permite para experimentar con la música.
En referencia al título provisional de su nuevo disco, ¿cuáles son sus puertos de abrigo personales?
Puede ser redundante, pero la verdad es que es la música. También la contemplación de la naturaleza, los amigos, la familia… Pero la música, en los momentos más fuertes, siempre. Y es curioso que escuchando a ciertos artistas y el piano, siento que son mis puertos de abrigo, a los que recurro en los momentos de recogimiento. Más en el piano que en el canto, porque es mas íntimo.
De hecho, usted siempre empieza los conciertos sentada al piano…
Sí, he perdido la vergüenza y siempre empiezo los concierto con el piano, me da mucha cercanía a la gente, porque es mi lado mas íntimo, donde compongo, donde me refugio.
¿Transmite en sus canciones sus experiencias personales?
Siempre, porque yo no consigo apartar mi vida personal de mi vida artística y estar en el escenario es el ejercicio de mi espiritualidad. Me encanta crear esas sonoridades como viajes interiores, que es el objetivo final de la música y cualquier expresión artística, que vaya más allá del entretenimiento. En el momento de interpretar, no solo fados, pero sobre todo, se necesita esa operación interior de desnudarse.
Usted es una de las máximas representantes del fado. ¿Qué siente al ser embajadora de su país a través de la música?
No interpreto solo fados, porque siempre tuve mucho miedo de quedarme encerrada dentro y de que no me aceptaran «mis locuras», mis experimentos musicales…y la gente que me sigue, gracias a Dios, siempre espera algo nuevo en mis discos. Tampoco me gustan mucho los títulos, porque embajador es una palabra muy fuerte, pero es cierto que llevo mi país dentro allí donde voy.
¿Cómo entiende el público español la música portuguesa?
Yo hablo con sinceridad y el público español me acompaña desde hace muchos años y siempre sigue ahí, la gente que va a los conciertos conoce bien mi trabajo y eso me da mucha alegría. En España conocen más aún mis recursos que en Portugal, porque llevo muchos años tocando aquí. Más de veinte… y yo no me siento tan mayor.
Usted ha actuado en teatros muy importantes de todo el mundo. ¿Qué significa actuar en un festival tan consolidado como las ‘Noches Mágicas de La Granja‘?
Es una maravilla, recuerdo haber estado con Estrella Morente en una noche que fue mágica. Pero me da siempre mucho miedo que la gente no venga al concierto, sea donde sea, siempre estoy consultando la venta y me deprime mucho si no se han vendido entradas, aunque la mayoría de los tiquets se venden a la entrada siempre. Y la gente se pregunta que, si hace cuatro años que no tengo un disco, cómo es posible que de un concierto, pero doy gracias porque siempre están ahí.
También ha compartido escenario con otros cantantes de fama mundial. ¿Recuerda alguna colaboración en especial?
Cada una ha tenido su gusto. Estrella —Morente— y yo somos verdaderamente hermanas, la quiero mucho, disfrutamos mucho y esperamos volver a estar juntas. Ahora voy a estar también con Noa en un viaje por el Mediterráneo, con parada en el Atlántico por mí… Pero de todas, la que me ha dado mas aprendizaje y queda para toda la vida es la de Ennio Morricone en l’Arena di Verona, porque es una mezcla de sentimientos, de volver a estar con él en el escenario… Aún me sorprende haber actuado con él. Me ha influenciado mucho a la hora de componer e, incluso, como persona.
¿Considera que, con la situación habitual de crisis mundial, es una aventura embarcarse en la publicación de un nuevo disco y realizar una gira de conciertos?
Sí, pero también creo que es un momento en el que la gente más que nunca necesita sentir la música, porque la música es un instrumento poderoso, importante psicológicamente. A la hora de comprar una entrada, cuando no hay dinero para comer, siempre hay que tomar la decisión, pero también sé que «cualquier canto es menor que la vida de cualquier persona», como dice la canción .