Los trescientos alumnos de los cursos de Educación Infantil y de Educación Primaria del colegio Martín Chico han formado un mosaico humanos para trasmitir un mensaje de paz a todas sus familias y a los vecinos del barrio de San Lorenzo. El mensaje impregnado de color, alegría y compromiso fue lanzado ayer, en el acto central de la celebración del Día Escolar de la No Violencia y la Paz, (DENYP).
En filas, curso por curso, fueron entrando los escolares a partir de las doce y media de la mañana en el pabellón Agustín Fernández, mientras sonaba el Himno de la Alegría. Allí eran esperados por sus familiares que desde las gradas aplaudían su llegada y después su actuación, a la vez que aprovechaban para grabar los detalles de la ceremonia del Día de la Paz, en la que niños y profesores han depositado mucha ilusión y en la que han puesto su esfuerzo. Llevaban semanas preparándola con los profesores de Música, de Educación Física, de Plástica, con sus tutores y han contagiado a sus padres y hermanos. Además en esta ocasión, la comunidad escolar del CEIP Martín Chico, contaba con un invitado especial. El director provincial de Educación, Diego del Pozo, ajustó a toda prisa su agenda para poder acudir al pabellón y presenciar la coreografía multicolor con la que niños y maestros han querido escenificar el trabajo constante que se realiza en las aulas para cultivar la educación en y para la tolerancia, la solidaridad, la concordia y el respeto a los Derechos Humanos.
Una madre recordó el significado del Día Escolar de la No Violencia y la Paz, (DENYP), una jornada fundada en 1964 por el poeta mallorquín Llorenç Vidal como punto de partida y de apoyo para una educación pacificadora de carácter permanente. Y explicó el hecho de que se lleve a cabo el día 30 de enero, fecha en la que hace 72 años fue asesinado Mahatma Gandhi, el líder pacifista que defendió y promovió la no violencia y la resistencia pacífica frente a la injusticia.
La directora del colegio, María José Gómez González, desveló por qué todos los niños llevaban manos pintadas de colores y leyó el estribillo de la canción de Happening que se ha convertido en el himno del día escolar de la no violencia: “Vivan las manos de colores, vivan los gestos con valores, aplausos para los valientes, viva la vida de colores”.
Después llegó la esperada coreografía de ‘Vivan las manos de colores’ ofrecida por un cuerpo de baile formado por 300 niños, al que en una segunda actuación se sumaron sus familiare
