La acción católica es un movimiento de la Iglesia que nace y se potencia en torno al fin de la segunda guerra mundial. Pero, su origen remoto se adelanta al siglo XIX como respuesta de los laicos cristianos a los problemas que plantea la industrialización.
La industrialización provocó situaciones graves que dejaban en la intemperie a ingentes trabajadores con jornadas de 16 horas. La ignorancia, la precariedad y la situación insalubre de muchas viviendas de obreros europeos hizo que los cristianos creasen escuelas, hospitales y dispensarios mientras el Estado se desentendía y se abandonaba en manos de los liberales y después de los comunistas.
En este contexto, nace la Doctrina Social de la Iglesia como enseñanza y orientación a los fieles cristianos en aras de un compromiso social fuerte y generoso. Así nacieron movimientos obreros como la Hermandad Obrera de Acción católica (HOAC), la JOC, la JEC dentro del ámbito de Acción Católica General.
Desde hace unas décadas, la Iglesia se ha propuesto motivar a los fieles cristianos para que su compromiso en la vida política, empresarial y en la sociedad civil sea coherente y de acuerdo al evangelio, consciente de que los cristianos deben cumplir el antiguo adagio “ora et labora” (reza y trabaja, reza y crea).
En la actualidad, la Acción Católica General viene proponiendo en cada cuatrienio una campaña que nos permita dar respuesta a las realidades que nos rodean y a los nuevos retos que la sociedad nos presenta, para que podamos vivir nuestra fe de una manera comprometida.
Teniendo en cuenta las propuestas de los niños, jóvenes y adultos, después de una reflexión conjunta y poniendo voz a sus diócesis, se decidió desarrollar el tema de la CULTURA DEL ENCUENTRO, utilizando el espíritu que inspira al papa Francisco. Es una campaña para que niños, jóvenes y adultos, de cualquier grupo, parroquia o movimiento, puedan trabajar juntos. Supone una gran oportunidad de comunión entre todos. También una ocasión de acercarnos a otras realidades de la parroquia y, por supuesto, un momento especial para evangelizar.
También en la región del Duero, en las comunidades pertenecientes a la archidiócesis de Burgos y de Valladolid en la que se encuentra la Diócesis de Segovia, se está promoviendo esta labor de compromiso de los laicos cristianos en la política, en la sociedad civil y en la empresa.
La tarea emprendida de formación de laicos en varias diócesis de Castilla se sitúa en el proyecto de implantar la metodología de Acción Católica General desde las parroquias. Los laicos tienen la misión de hacer visible a la iglesia y los valores cristianos desde el ámbito de la comunidad parroquial en el campo que le es propio: la vida social.
Durante la época de la dictadura, de los pocos grupos que se esforzaron desde la clandestinidad por oponerse a los efectos negativos franquistas fueron los militantes cristianos de acción católica juntamente con algunos comunistas. De la mezcla de la acción de ambos grupos surgiría, por ejemplo, el sindicado de Comisiones Obreras.
El fracaso en cierta manera de la acción católica en la época franquista radicó fundamentalmente en su desconexión con las parroquias. Muchos militantes de acción católica pasaron a la vida política y formaron parte de los partidos políticos una vez que se inicia la preparación de la democracia. Solamente permanecieron aquellos grupos como la acción católica femenina, insertas en las parroquias, dando lugar al grupo que hoy se denomina Manos Unidas.
Los cristianos laicos han de tener un papel más importante y activo dentro de las comunidades parroquiales. Por ello, sería importante ofrecer a todas las parroquias una propuesta estable de apostolado asociado para que la acción evangelizadora de los laicos sea más eficaz y se realice en un clima de comunión y celo apostólico, como herramienta básica que cohesione el laicado en las iglesias locales.
Por esta razón, contiene un itinerario de formación para toda la vida, desde la infancia a la etapa adulta; cimentado en la Palabra de Dios, el Catecismo y el Magisterio de la Iglesia; y con una propuesta metodológica que busca la síntesis fe-vida. La oferta de materiales es muy rica, pero simplemente son medios, instrumentos de trabajo.
