Una de cal y otra de arena
Los líderes del G-7 -grupo que reúne a los países más industrializados del mundo: Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, Japón, Francia, Alemania e Italia- apostaron ayer por el «diálogo» con Rusia para encontrar una «solución constructiva» a la crisis en Ucrania y aplazaron, de momento, la activación de nuevas sanciones contra Moscú, aunque mantuvieron la amenaza sobre la mesa si el presidente Vladimir Putin no da más pasos para reducir la tensión en la zona.
Este es el mensaje común que transmitirán a Putin la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, François Hollande, y el primer ministro británico, David Cameron, cuando se reúnan con él con motivo de los actos de conmemoración del 70 aniversario del desembarco de Normandía, principio del fin de la Segunda Guerra Mundial, que se celebran hoy en Francia.
En todo caso, los líderes del G-7 reiteraron su condena a la «violación continuada» por parte de Rusia de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. «La anexión ilegal de Crimea por parte del país exsoviético y las actuaciones para desestabilizar el este de Ucrania son inaceptables y deben detenerse», señala el comunicado conjunto.
Las potencias occidentales exigen a Rusia «reconocer el resultado de las elecciones, completar la retirada de sus fuerzas de la frontera, detener el flujo de armas y militantes hacia el país vecino y ejercer su influencia entre los separatistas para que abandonen las armas y renuncien a la violencia».
La cuestión de las penalizaciones volverá a examinarse en la cumbre de líderes europeos de los próximos 26 y 27 de junio.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, el gran ausente del encuentro respondió con un «que les aproveche» a los periodistas que le preguntaron sobre lo que pensaba de esta cita.
Respecto a la dependencia de Europa del gas ruso, el seno del G-7 avanzó que trabaja por conseguir una menor relación energética con Moscú a través de nuevas rutas, promoción de tecnologías y planes de emergencia para Estados muy dependientes.
Mensaje de EEUU
El presidente de EEUU, Barack Obama, pidió al término del encuentro del G-7 al mandatario ruso que aproveche la «oportunidad» creada por las elecciones en Ucrania, deje de apoyar a los separatistas del este del país y negocie con el nuevo presidente, Petro Poroshenko, para resolver la actual crisis.
No obstante, el líder occidental avisó de que, si en el plazo de unas semanas no cesa la desestabilización en Ucrania, las potencias occidentales impondrán sanciones económicas a Moscú.
«Si el señor Putin da estos pasos, podremos empezar a reconstruir la confianza entre Rusia y sus vecinos y Europa. Si no lo hace, habrá consecuencias», avisó Obama.
Siguen los combates en el este
Los combates en el este de Ucrania, cerca de la frontera con Rusia, siguen dejando decenas de víctimas en ambos bandos. Varios guardias de fronteras ucranianos resultaron heridos, tras el asalto de milicianos prorrusos, cerca de Lugansk. Aseguran que están rodeados por las fuerzas rebeldes y que siguen a la espera de refuerzos.
