Sánchez convocó las últimas elecciones porque decía que no podía pactar con Podemos, pues no podría dormir y el 95% de los españoles tampoco, y porque el objetivo de Podemos era hacer de España otra Venezuela; porque no podía depender su gobierno de ERC y de su deseo de destruir España y “la gobernabilidad de España les importaba un comino”, ni con Bildu, porque con ellos nunca pactaría.
Si Sánchez hubiera dicho que iba a pactar con la izquierda radical, ultra y comunista, con los independentistas y con los herederos de ETA, Sánchez no hubiera ganado nunca las elecciones. Por tanto, la elección de Sánchez como Presidente del Gobierno de España, aún siendo legal y legítima, está basada en una gran mentira a los españoles, como lo es también del Partido Socialista de Segovia, que engañaron a los segovianos diciendo que no pactarían con ellos. ¿Se acuerda Sr. Aceves en el debate electoral, como insistía Ud. una y otra vez que no lo harían? ¿Se acuerda?
Y otra gran mentira son las fechas elegidas para la investidura. Sánchez escogió los días del año en los que quizá es más necesaria la conciliación familiar, los días de Reyes, justificándolo con la urgencia de la formación del Gobierno. Gracias a su egoísmo y embustes, ha conseguido que más de 1.500 personas -sin contar a los diputados del Congreso- hayan tenido que suspender sus vacaciones para que pudiera llevarse a cabo. Y todo para que el mismo martes, después de ser nombrado presidente y todo el mundo esperara la inmediata formación del gobierno, diga que bueno, que ahora no, que el nuevo gobierno puede esperar y no hay tanta prisa, y no comunicará sus ministros hasta la semana próxima. ¡Otra gran mentira!
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Diputado por Segovia.
