Aunque no será hasta 2021 cuando comience la década de los 20 del siglo XXI, la redonda cifra de 2020 que rubrica el recién estrenado año evoca una época de optimismo y bonanza económica a principios del siglo XX que, si bien derivó en una profunda crisis y en el inicio de guerras y revoluciones en la siguiente década, no es menos cierto que consiguió insuflar optimismo a una sociedad recién salida de un conflicto mundial.
Un siglo después, los ‘locos años 20’ del siglo XXI no aventuran nada bueno en lo económico, pero el optimismo y las ganas de divertirse se mantienen intactas en el común de los mortales, y Segovia no fue una excepción a la hora de tributar un caluroso recibimiento al año que dará nombre a la década. Miles de personas llenaron ayer bares, restaurantes y salas de fiestas para participar en las fiestas que se organizaron en la Nochevieja, donde el buen ambiente y la diversión hasta bien entrada la mañana del día 1 de enero fueron el denominador común de todas ellas.
La costumbre marca que la tradición de comer las 12 uvas con las campanadas del reloj de la Puerta del Sol de Madrid (en sus diferentes y bizarras versiones televisivas) sigue celebrándose en el ámbito familiar, y a partir de esa hora, el núcleo comienza a disgregarse en dirección a las diferentes quedadas para seguir una fiesta que comienza en casa.
El Azoguejo mantiene su preponderancia como punto de encuentro de los jóvenes que, vestidos con sus mejores galas, se concentran bajo el Acueducto para iniciar una sucesión de múltiples brindis por el año venidero en un ‘botellón’ tolerado pero a veces poco tolerable. El paseo del Salón y la Ontanilla fueron también lugares de cita y concentración de centenares de personas que comenzaban a disfrutar de la noche, en muchas ocasiones desafiando con su vestimenta al frío nocturno, que dejaba temperaturas por debajo de los tres grados en la primera madrugada del año.
Las versiones ‘senior’ de la fiesta se vivieron en los hoteles y restaurantes, donde un buen menú, aderezado con una larga sesión festiva con música hasta bien entrada la madrugada atrajo también la participación de muchas personas. En el Hotel Puerta de Segovia, muchos segovianos se daban cita para participar en un multitudinario cotillón que contó con la extraordinaria animación de la orquesta Amanecer, mientras en Venta Magullo, la colonia alicantina que año tras año elige Segovia para pasar el fin de año demostró su inagotable capacidad para divertirse.
Aunque la noche estuvo marcada por el buen ambiente festivo, los servicios de emergencias no tuvieron una noche tranquila. Según los datos de Emergencias 1-1-2 en Castilla y León, en la capital se contabilizaron un total de cuatro incidentes motivados por peleas, uno de ellos con un herido por arma blanca en Via Roma. Este suceso ocurrió a las 2,49 horas, y el herido hubo de ser trasladado hasta el Hospital General para recibir atención especializada una vez que los facultativos de emergencias le prestaran los primeros auxilios.
Otra nota negativa fue la ya acostumbrada proliferación de petardos y pirotecnia en las celebraciones festivas, con elementos explosivos de gran contundencia sonora que no sólo causan efectos negativos en mascotas, sino que conllevan el riesgo de accidentes por una inadecuada manipulación.
En cualquier caso, la presencia policial en la capital a través de Policía Local y Cuerpo Nacional de Policía fue bastante notoria durante toda la noche, quizá para evitar excesos como los de la reciente ‘tardebuena’.
