Dependencias históricas de la vieja estación de ferrocarril de la ciudad, como la fonda o la sala real, pasarán a manos municipales en los próximos años si se cumplen las previsiones del equipo de Gobierno. Al menos eso espera el concejal de Urbanismo, Alfonso Reguera, quien añade que el Ayuntamiento responderá en breve al documento remitido por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) la semana pasada y que es un protocolo tipo para la ordenación urbanística de los más de 123.000 metros cuadrados de terreno en desuso desde el cierre de la línea de Medina del Campo.
El edil informó de que, tras varias reuniones mantenidas desde el otoño pasado entre ambas partes, algunas al más alto nivel en las que, por ejemplo, participaron la alcaldesa, Clara Luquero y el presidente de Adif, Gonzalo Ferre, se inicia ahora un largo proceso de tramitación que puede prolongarse durante unos tres años, ya que habrá que calificar el suelo resultante del acuerdo.
mantener el uso Uno de los principales objetivos del Ayuntamiento es que la estación se mantenga para dar servicio a los usuarios del actual servicio de trenes regionales que utilizan la línea tradicional de ferrocarril Villalba-Segovia, que a partir de la citada localidad madrileña forma parte de la red de Cercanías de Renfe en la Comunidad de Madrid.
Reguera informó de que, a partir de septiembre u octubre, Adif espera un estudio de Renfe sobre las necesidades de dependencias y terrenos para el mantenimiento de este servicio de transporte.
Una vez delimitado el terreno que quedará fuera del uso ferroviario, además de la posibilidad de su calificación como urbanizable residencial, para la construcción de viviendas, se mantendrá un espacio, que el concejal sitúa junto a las rotondas del cuartel de la Guardia Civil y la entrada al polígono de El Cerro, para uso dotacional, así como las citadas dependencias históricas del complejo de la estación, que se convertirán en centro municipal cuyo uso todavía no se ha determinado por el equipo de Gobierno pero que, entre otros, podría dar respuesta a las demandas de los vecinos del barrio de Santa Teresa-La Fuentecilla, que se encuentra entre los más deficitarios en cuanto a equipamientos.
Otra dotación posible, porque así lo estableció un estudio sobre movilidad y transporte encargado por el Ayuntamiento, es la ubicación en esta zona de una estación de autobuses o apeadero, “idónea por la situación, por encima del eje del Acueducto”, según el concejal de Urbanismo, quien puntualiza que la actual estación se encuentra en una zona de la ciudad que obliga a dar un gran rodeo para el acceso de vehículos desde el otro lado del monumento romano.
Reguera indica que la zona de la estación puede considerarse ya el eje central de la ciudad, y el acuerdo con Adif supondrá la ampliación de rotondas y la modificación de viales y espacios públicos.
En todo caso, tanto los responsables municipales como los del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias están de acuerdo en trabajar conjuntamente para la rehabilitación de la antigua fonda de la estación, así como también de la conocida como sala real —porque era utilizada por Alfonso XIII a principios del siglo pasado—. La estación segoviana, inaugurada en 1884, tiene iniciado desde el año 1982 un expediente para su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC).
