Tras una búsqueda que empezó en junio de 2018, Eduardo Juárez y el Sr. Bellette han conseguido encontrar el bar perdido en la Sierra de Guadarrama. Han tenido que pasar más de 18 meses de infructuosa búsqueda del ansiado bar para poder encontrarlo, finalmente, hace un día en las cercanías de Fuente Infantes, como puede apreciarse en la fotografía que marca el esperado momento.
Para conseguirlo, han contado con la inestimable ayuda de Luis Alonso Marcos, experto conocedor del bosque, de la sierra y, por supuesto, de los bares. El feliz momento ha sido celebrado por algún que otro viandante sorprendido por el hallazgo y familiares de los dos incansables buscadores. A pesar de haber finalizado una épica búsqueda seguida por no pocos vecinos y amantes del Paraíso serrano y, obviamente, de los bares a través de las redes sociales bajo la etiqueta #buscandounbar, los dos buscadores aseguran no desistir, “hasta que no encontremos otro en el bosque de Valsaín”. El Adelantado de Segovia espera poder informar puntualmente del descubrimiento, si llega a producirse, claro está.
El citado bar se halla en la ruta que comunica los dos lados de la sierra a través del puerto del Reventón. Tradicional paso empleado para el tránsito de personas entre Rascafría y el Real Sitio, en el siglo XVIII se convirtió en uno de los principales puertos empleados por la mesta tras decisión al respecto del rey Carlos III.
Los licitadores de la licencia prevén un repunte de transeúntes por el citado puerto dada la presencia de una franquicia en mitad del camino que les permita darse un refrigerio antes de rematar la subida o bajada, según sea la procedencia. A principios del siglo XIX ya intentó afianzar este camino el Instituto Geográfico del Ejército con la construcción de varios refugios que, ante la falta de un bar que los asistiera, obviamente fracasaron, cayendo en el olvido para no quedar huella alguna de ellos en la actualidad.
Es por ello que, tras el feliz hallazgo, los buscadores, los licitadores del bar y los excursionistas sorprendidos por la aparición de un bar en mitad de la sierra, confían en que el flujo de miles de senderistas, cicloturistas y caminantes varios tienda a volver hacia aquel lado del Guadarrama a la espera de que Eduardo Juárez y el Sr. Bellette logren encontrar otro bar entre la fronda del bosque de Valsaín.
