La decoración del hogar con motivos navideños es una de las tradiciones que arraigo tiene en estas fiestas. En esa decoración la luz adquiere un papel de protagonista cada vez mayor gracias a la irrupción de nuevos sistemas más llamativos, con colores, con sonido, y con precios asequibles.
Los habituales belenes o árboles que se instalaban en el interior de los hogares se sustituyen cada vez más por guirnaldas, cortinas de tiras de pequeñas bombillas, y otros elementos formados por luces a todo color.
Los fabricantes nacionales y de origen asiático han elevado sus ventas en los últimos años, y en muchos casos los propios hogares hacen sobra a la iluminación navideña que impulsan los propios ayuntamientos para sus calles.
En las fiestas no sólo se come más, se bebe más. En general se gasta más. También en energía. Y es que el consumo eléctrico puede aumentar hasta un 30% en los hogares durante estas fechas, según los datos recogidos por Red Eléctrica de España (REE), debido principalmente a las bajas temperaturas, el mayor uso que se le da a los electrodomésticos y a que se pasa más tiempo en casa, a veces también con invitados.
Desde el portal web del comparador de seguros ‘Acierto.com’, se recomienda para los adornos festivos, hacerse con luces de tecnología LED y desechar las tradicionales. Aunque la inversión inicial sea algo mayor, aquellas suponen un ahorro de hasta un 60%. Además no son difíciles de encontrar, ya que la mayoría de comercios cuentan con una alternativa ecológica para este tipo de iluminaciones.
También en relación a las decoraciones navideñas, es importante ser responsable con su uso, intentando tenerlas encendidas el menor número de horas posible, apagarlas por la noche o si no hay nadie, y dividiendo y alternando las iluminaciones por fases. Asimismo, reciclando los adornos de un año para otro lograremos ahorrarle el gasto al bolsillo, y también al planeta.
En las fiestas no sólo aumenta el consumo energético en los hogares, sino que los ayuntamientos tampoco se quedan atrás en cuanto a decoraciones y su consecuente gasto. Tanto es así, que cada año son varios los alcaldes que se retan entre ellos para lograr la iluminación más sorprendente, buscando con ello convertir sus ciudades en grandes atractivos turísticos. El año pasado fue Torrejón de Ardoz la que ganó el título de capital europea de la Navidad gracias a sus decoraciones, premio que persigue Vigo este año, quien ha sorprendido con sus más de diez millones de bombillas LED. Granada, por su parte, apuesta por su gran árbol, el más grande de Europa, mientras que Barcelona, conocida por haber sido más austera otros años, también ha decidido aumentar su presupuesto para compensar a los comercios que se hayan visto afectados por las últimas revueltas. De media, la iluminación navideña encargada por los ayuntamientos está encendida unas 200 horas en un periodo de 35 días, lo cual supone un gasto de alrededor de 5.500 euros en electricidad y unos 300.000 de instalación.
