Nervios, emoción y espíritu navideño se palpaba en las calles de Cuéllar el pasado domingo ante la inminente llegada de Papá Noel, que iba a recorrer las calles de la localidad para conocer a todos los niños y recibirlos después en la Casa de la Ilusión.
Así fue como salió el pasacalles del Centro Tenerías, aunque horas antes, las dudas se adueñaron de los vecinos; dos días de intenso viento y una meteorología nada favorable para este tipo de eventos hacía valorar si el pasacalles tendría lugar o no. Pero, finalmente, la decisión acertada fue la de seguir adelante con el programa aprovechando la tregua de viento, aunque no la de frío, porque las temperaturas descendieron bastante y no acompañaron. Lo que sí afectó al desarrollo del desfile fue la ausencia de la Escuela de Patines, pero por seguridad ante una calzada mojada, se optó por prescindir de los patinadores.
El público esperaba emocionado en las calles de la villa para ver a Papá Noel y toda su comitiva, que se abría paso gracias a la Banda Municipal de Música de Cuéllar, que interpretó las canciones navideñas típicas para esta ocasión. Detrás, de la Banda se desplegaban una llamativas alas de colores y luces portadas por profesoras y alumnas de Nirvana, que sin duda llamaron la atención de todo el público presente. Seguidas a ellas, decenas de “papá noeles” llenaron de rojo y blanco las calles, pero también de luces de colores portadas por ellos. Se trataba de las alumnas Gimnasia Rítmica y también de Nirvana, que coparon todas las calles llenando de diversión y algarabía todo el centro de Cuéllar. Y para cerrar el desfile, la estrella, el protagonista y el más esperado: Papá Noel, en su trono real saludando a todos los niños que lo esperaban con emoción, mientras los elfos repartieron caramelos.
La siguiente parada después de realizar un recorrido por las principales calles de la localidad, como Las Parras, fue San Francisco. Allí se ubica -también hoy hasta las 20.30 horas-, la Casa de la Ilusión, una casa preparada para que Papá Noel pudiera recibir a todos los niños y, por supuesto a sus cartas. Cientos de familias de la localidad se agolparon fuera a la espera de poder conocer la Casa de la Ilusión, una propuesta del ayuntamiento de Cuéllar que se ha convertido en el reclamo de estos días desde que abriera sus puertas el pasado sábado. A la entrada, una castañera recibió a los visitantes, que en la primera estancia pudieron ver las casas de los elfos, decoradas con todo tipo de gominolas y galletas de jengibre. El estrecho paso por el bosque de los elfos llevó a los pequeños a imaginarse todo tipo de historias en la espera para llegar a la estancia central, donde les esperaba Papá Noel. La sala de Papá Noel se llenó de emoción al paso de los niños, cuando pudieron tocar y sentarse en el escritorio de Papá Noel, y ver en qué lugar lee las cartas o su globo terráqueo para consultar la ubicación de cada hogar al que tendrá que llevar sus regalos. Uno a uno, los niños pudieron conocer y fotografiarse con Papá Noel, e introducir ellos mismos las cartas en el buzón, custodiado por uno de sus elfos. En la sala, a la que no le faltaron detalles como la chimenea, la librería e incluso una escalera para ayudarse a bajar por el resto de chimeneas, también se colocaron los regalos donados por varios establecimientos de la localidad. Estos se sortearán entre todas las cartas recibidas en el buzón mágico.
El temporal deslució esta cabalgata al contar con menos participantes, pero también se notó en la cancelación del Mercado Navideño para el que todo estaba preparado en San Francisco. A su salida en la Casa de la Ilusión, se había dispuesto todo lo necesario para el mercado navideño, que ya el sábado por la tarde se suspendió a expensas de las condiciones del domingo. Al no mejorar lo suficiente, el mercado se suspendió también durante la jornada del domingo.
Así transcurrió la tarde navideña en Cuéllar, a la que le siguió la del lunes con un cuentacuentos en la Casa de la Ilusión; sus dos pases también se realizarán hoy, en una de las salas de la casa especialmente dispuesta para ello. Es necesaria la inscripción previa para los cuentacuentos. La espera ya se acorta para todos, a expensas de que Papá Noel visite esta noche todos los hogares cuellaranos.
