Quien más quien menos lleva días, e incluso semanas, planificando la cena de esta noche. Ya sea por tener el encargo de prepararla o por acudir a una de las tradicionales reuniones familiares alrededor de una mesa, Nochebuena no suele ser un día apto para decisiones de última hora o dejado al azar.
El aura de familiaridad que embriaga las navidades -o la celebración del solsticio de invierno, según los casos- favorece que las familias primen más el bienestar y la alegría, en ocasiones excesiva, a la hora de elaborar su cesta de la compra y recurran a productos de un consumo más ocasional que permita salirse un poco de la rutina junto a aquellas personas a las que en ocasiones no volverán a ver hasta dentro de un año.
Así, una vez más los asados volverán a ser los reyes de las mesas de los segovianos, con el cochinillo y el lechazo como indiscutibles protagonistas. La marca de garantía ‘Cochinillo de Segovia’, por ejemplo, certificará este mes unos 18.000 animales, 3.000 más que en un mes normal. Pero tampoco se dejan de lado alternativas del mar como la merluza o el salmón y el tradicional marisco, donde langostinos, gambón, centollos y nécoras se llevan la palma.
Cada vez más comercios ofrecen la posibilidad de comprar pavo o pollo relleno, así como opciones no tan tradicionales como el rosbif, para servir después de unos entrantes donde el jamón abarca la mayor parte del protagonismo, por encima de embutidos o canapés. Y de postre, si todavía queda espacio, frutas como la piña se plantean como una de las opciones preferidas como anticipo de los dulces, turrones y polvorones.
Los precios suben un 8,5%
Si bien en Navidad suele mirarse un poco menos el desembolso económico (cada hogar español gastará unos 600 euros de media, de los que 173 irán a comida, según un estudio de Deloitte), el momento de comprar es clave a la hora de encontrar los mejores precios.
La ley de la oferta y la demanda hace que según se acercan las navidades se produzca una tendencia alcista en los productos más solicitados. Así, las asociaciones de consumidores aconsejan que se compre con antelación y se congelen los alimentos para mantener sus cualidades durante más tiempo.
Sin embargo, la falta de espacio, de tiempo o de intenciones hace que muchas familias esperen hasta el último momento para hacer sus compras. Durante la jornada de ayer, largas colas de clientes se formaban tanto en comercios de proximidad como grandes superficies para adquirir los productos que consumirán esta noche y en la comida de Navidad, una situación que a buen seguro se repetirá durante la mañana de hoy.
Los carteles informativos mostraban precios que, de media, eran un 8,5% más altos que en la última semana de noviembre, según los datos recopilados por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) durante las últimas cuatro semanas.
El cordero lechal, por ejemplo, se ha encarecido un 4,7% en apenas diez días, una subida superior a la experimentada por el redondo de ternera (2,7%) o el pavo (2%).
El precio de los langostinos, otro de los productos más demandados por los segovianos, ha subido un 4,9% desde mediados de mes, una diferencia que se eleva al 11,60% en el caso de la merluza al corte. Este pescado, además, se encuentra ahora un 28% más caro que a finales del mes de noviembre, cuando la OCU realizó su primera oleada de precios. Almejas (65,4% más caras en apenas un mes), angulas (20,6%) y besugo (20,4%) son, junto a la merluza, los productos más encarecidos.
Pero no todo son subidas, y alimentos como la piña, con un descenso del 8,4%, los percebes gallegos (22,8%) o la pularda (5,2%) son ahora más baratos que a mediados del presente mes.
Echando la vista más atrás, la cesta de la compra de Navidad es ahora un 30% más cara que en 2015, con pescados como la merluza, la lubina o el besugo experimentando las subidas más altas.
El mercado también ofrece alternativas para los menos hábiles en los fogones. Así, cada vez es más habitual encontrar productos de alta calidad ya cocinados y envasados para que no falte de nada en una noche tan especial.
