Keiko Fujimori, de 40 años, y licenciada en Administración de Negocios en la Universidad de Boston, venció en las elecciones celebradas el domingo en Perú al obtener cerca del 40% de los votos, un resultado insuficiente y que obligará a la hija de Alberto Fujimori a ir a una segunda vuelta en junio en la que se verá las caras con el exministro de Economía Pedro Pablo Kuczynski, favorito de los mercados financieros, y que apenas superó el 22% de los apoyos.
De esta manera el balotaje se perfila como un duelo entre candidatos de centroderecha con propuestas similares para garantizar el rumbo económico del país, ya que la legisladora izquierdista Verónika Mendoza se tuvo que conformar con poco más del 18 por ciento de los votos.
Arrastrada por el recelo que despierta en muchos el autoritarismo y los delitos de su encarcelado padre, el ex presidente Alberto Fujimori, la candidata de Fuerza Popular se quedó corta en relación a la mayoría absoluta necesaria para consagrarse en primera ronda.
“Este nuevo mapa político que se ha dibujado nos muestra claramente que Perú quiere la reconciliación y no quiere más peleas”, dijo Fujimori ante seguidores tras conocer los primeros resultados. “Esperamos que sea una segunda vuelta con propuestas, ideas”.
En un tercer lugar se ubicaba la legisladora izquierdista Verónika Mendoza, de 35 años, quien trepó en las preferencia en las últimas semanas ante el descontento con el modelo que tienen muchos peruanos que viven en la pobreza pese a la gran riqueza minera.
Con una definición entre Fujimori y Kuczynski no estaría en juego el modelo económico de libre mercado que reina en Perú desde hace casi tres décadas, y que ha permitido anotar altas tasas de crecimiento.
Pero Fujimori tendría que pelear con uñas y dientes para derrotar al experimentado economista de 77 años: de acuerdo con una encuesta previa de Ipsos, Kuczynski podría vencerla por un estrecho margen en una segunda vuelta.
“Es muy prematuro hablar de alianzas, las alianzas se van a hacer en el Congreso, pero obviamente vamos a conversar con todos los que creen en la democracia”, aseguró Kuczynski antes sus seguidores. Según los resultados a pie de urna de Ipsos, Fujimori habría obtenido la primera fuerza en el Congreso unicameral, con 60 de sus 130 miembros, aunque sin mayoría absoluta, lo que la obligaría a tejer alianzas para sacar adelante sus planes.
A pesar de los malos recuerdos que trae para muchos su apellido, Fujimori llegó como favorita prometiendo mano dura contra la delincuencia que se ha convertido en uno de los mayores problemas del país andino, con medidas como construir prisiones en los Andes para aislar a criminales.
Perú, que se encamina a ser el segundo mayor productor mundial de cobre, atraviesa una desaceleración por los menores precios de los metales. Pero la candidata busca acelerar la economía utilizando un fondo de estabilización y emitiendo deuda para financiar proyectos rezagados de infraestructura.
Aunque Fujimori sufrió en la campaña protestas porque muchos no perdonan los abusos a los derechos humanos y los escándalos de corrupción de su padre, muchos peruanos valoran que el exmadatario sentó las bases para el auge económico, construyó escuelas y hospitales rurales y derrotó a Sendero Luminoso.
Sin embargo, en la segunda ronda Fujimori enfrentaría un rechazo mayor porque sus críticos la acusan de recibir órdenes de su padre y creen que lo indultará si es presidenta, algo que ella niega. La encuesta anterior de Ipsos dijo que un 51% de los peruanos “definitivamente” no votaría por ella.
Kuczynski, un exfuncionario del Banco Mundial conocido como el “gringo”, ha prometido que atraerá la inversión privada en grandes proyectos detenidos por los crecientes conflictos sociales, sobre todo en la explotación de recursos naturales.
El saliente presidente Ollanta Humala, un militar retirado, ha sufrido un desplome en su popularidad a niveles históricos por no haber cumplido con promesas hechas a los más pobres, por los vertiginosos cambios en su gabinete, la desaceleración económica y por las denuncias de lavado de activos sobre su esposa.
