El medio ambiente de Segovia todavía guarda muchos secretos. Unos poquitos han quedado desvelados desde el año 1988 gracias a las ‘Becas de Medio Ambiente’ de Caja Segovia. En su última edición, los investigadores becados abordan cinco temas, muy diferentes, cuyos estudios serán dados a conocer esta misma semana (27, 28 y 29 de noviembre, a las 19 horas), en las denominadas ‘Jornadas de Medio Ambiente’, a celebrar en el centro ‘Los Molinos’ (Puente de San Lorenzo, 23).
Hoy se presentarán los dos primeros trabajos, cada uno de los cuales se resume en un libro de la colección ‘Naturaleza y Medio Ambiente’. Raquel Casas y Roberto Hernández son los autores de “Conocimientos tradicionales en Segovia: Conservación del patrimonio natural a través de una actividad tradicional: La Trashumancia”, un estudio en el que queda patente la relevancia de la actividad pastoril en la provincia de Segovia. El director del CENEAM, Juan Carlos Dueñas, que ejerció como miembro del jurado de las ‘Becas de Medio Ambiente’, destacó ayer que Segovia “es tierra de pastores trashumantes”, un oficio que “dejó escrito en el paisaje sus conocimientos”, parte de los cuales han intentado ahora investigar Casas y Hernández.
También esta tarde se presentará el libro “El huerto en la escuela”, de María Gris Maroto, a la que Dueñas quiso alabar por haber conseguido poner en marcha un huerto en el CEIP El Peñascal, iniciativa que ha permitido a los alumnos recibir clases de educación ambiental en su centro educativo. La idea de Gris, transversal a las diversas asignaturas que cursan los alumnos, ha logrado establecer una relación diaria del niño con el medio ambiente. Además, su propuesta ha posibilitado al profesorado promover hábitos saludables de alimentación.
Mañana miércoles, el centro ‘Los Molinos’ acogerá otras dos presentaciones. La primera, titulada “Árboles raros, escasos o amenazados de Segovia. Tejos y otras especies de interés segovianas. Conocerlos mejor para conservar”, es un trabajo impulsado por el conocido etnobotánico Emilio Blanco Castro, al que en esta ocasión se han unido un amplio equipo de botánicos (Fernando Vasco, Eduardo Casanova, David Matarranz, Teo Martín, Pruden Fernández y Juan Antonio Durán). Todos ellos han puesto su granito de arena en un trabajo que se centra en especies consideradas ‘raras’ en la provincia de Segovia, tales como tejos, hayas, abedules o alisos. Los autores de la investigación han realizado un minucioso inventario de dichas especies de árboles, detallando su área de distribución y ubicación. Blanco y su equipo pretenden, además de sensibilizar a la población de la existencia de estos árboles ‘raros’, que la administración competente declare como ‘Lugares de Interés Botánico’ aquellos en los que figura alguna de estos árboles.
Tras la presentación del trabajo de los árboles ‘raros’ tendrá lugar la de otro libro, titulado “El mirlo acuático en la provincia de Segovia: caracterización de su hábitat, estado de sus poblaciones y su papel como bioindicador”, del que son autores Abel Herrero y Pablo Salmón. Dueñas explicó que ambos investigadores han intentado realizar un mapa de la distribución del mirlo acuático en Segovia. Y, aunque habitualmente se consideraba que su presencia quedaba restringida a las cabeceras de los ríos, en áreas muy limpias, Herrero y Salmón han descubierto que también se encuentra en tramos intermedios, más contaminados, lo que pone en entredicho la creencia de que esta especie puede ser considerada como un bioindicador de la calidad de las aguas. En cualquier caso, Dueñas avisó ayer que este trabajo requeriría tener continuidad para confirmar las hipótesis que manejan los dos investigadores.
Para cerrar el ciclo de las ‘Jornadas de Medio Ambiente’, el jueves se presentará la obra “Ingenios con memoria. Viaje a los molinos harineros de la provincia de Segovia y a la gestión tradicional de los recursos hidraúlicos”, de Mario Sanz. Dueñas defendió que el trabajo es “una extraordinaria recopilación” de los estudios llevados a cabo por el autor durante los dos últimos decenios. El director del CENEAM concluyó indicando que con la pérdida de uso de los molinos harineros se corre el riesgo de que desaparezcan, por lo que agradeció que se documenten.
Unas becas con historia.– Desde el inicio de las ‘Becas de Medio Ambiente’, en el año 1988, se han presentado un total de 1.063 proyectos. De esa cifra, fueron premiados 93, con una dotación económica que ronda los 350.000 euros, a los que se añade el premio adicional de la publicación del estudio. La colección ‘Naturaleza y Medio Ambiente’, que alberga todas las ‘Becas de Medio Ambiente’ cuenta ya con 76 volúmenes.
Dolores Romero, representante de la Obra Social y Cultural de Caja Segovia, quiso ayer agradecer a todos los participantes su interés en estas becas. De igual forma, valoró el trabajo del jurado, que cada edición debe seleccionar los mejores proyectos. Romero aseguró que la publicación de las investigaciones se realiza “para que no caigan en el olvido”. Con el fin de divulgar estos trabajos, la Obra Social envía ejemplares de los libros a los centros educativos.
