El Festival Internacional de Títeres de Segovia, Titirimundi, una de las actividades culturales con mayor proyección de cuantas se celebran en la ciudad, podría quedar reducido este año a cuatro días, la mitad que hace tan solo tres años, por falta de presupuesto para desarrollar un programa más amplio, según explicó ayer en declaraciones a esta Redacción el director del Festival, Julio Michel.
El director del Festival que sostuvo que se enfrentan a “un problema muy serio”, indicó que la situación se debe a que la Junta de Castilla y León, principal patrocinador de Titirimundi desde hace unos años, ha recortado su aportación en casi un 40 por ciento en los dos últimos ejercicios, 2009 y 2010, lo que supone un fuerte descenso del presupuesto, a pesar de que el resto de instituciones y colaboradores privados mantienen el esfuerzo.
Así, inicialmente, Titirimundi se extenderá entre el viernes 7 y el lunes 10 de mayo, aunque si finalmente se confirma un nuevo patrocinador con el que actualmente se está negociando, el festival se extendería un día más para desarrollarse del viernes 7 al domingo 9 y el miércoles 12 y jueves 13, “para llegar así hasta el día 13, que es festivo en Valladolid”, indicó Julio Michel.
El director de Titirimundi apuntó que la situación económica les ha llevado a pensar incluso en “prescindir de algunas compañías, a pesar de que el programa está cerrado y eso dañaría la imagen del festival” y también a posibilitar la actuación de una de las compañías más importantes en el Festival de Otoño de Madrid, “ya que no tenemos dinero para que esté en Segovia”. Para Julio Michel, es una cuestión primordial mantener el nivel de calidad de las compañías participantes en Titirimundi.
En cuanto a los motivos de este recorte por parte de la Junta, Michel entiende que la crisis económica es un factor, pero considera que hay también una cuestión de voluntad política. “Silvia Clemente [que incrementó de manera notable la subvención al festival cuando era consejera de Cultura] es segoviana y comprendía de manera muy directa lo que significaba Titirimundi, no sólo desde el punto de vista cultural, sino también económico; mi opinión es que esa visión no es compartida por su sucesora” [María José Salgueiro].
En este sentido, Michel aludió también al compromiso público de Silvia Clemente de ceder el Palacio de Quintanar, o parte del mismo, como sede del festival y espacio para una escuela de títeres. “A los dos o tres meses ella deja la Consejería y no nos han vuelto a decir ni una palabra sobre este tema, ni siquiera para comentarnos que hayan cambiado de opinión”, dijo.
Julio Michel se mostró pesimista para el futuro, aduciendo que al festival “le va a costar mucho recuperar el nivel de patrocinio que se había alcanzado”, por lo que realizó un llamamiento “a los sectores económicos de la ciudad, que se benefician del festival, para que presionen” en favor de Titirimundi.