Este fue el título de la conferencia organizada por la Cofradía de Nuestra Señora de La Soledad e impartida por Óscar Rodao, capellán de la Residencia El Alamillo, en el marco de las actividades cuaresmales programadas por la Junta de Cofradías.

/GABRIEL GÓMEZ
Este fue el título de la conferencia organizada por la Cofradía de Nuestra Señora de La Soledad e impartida por Óscar Rodao, capellán de la Residencia El Alamillo, en el marco de las actividades cuaresmales programadas por la Junta de Cofradías.