«Estados Unidos y otros países están manteniendo conversaciones con los talibanes para estudiar una salida pacífica al conflicto afgano», anunció ayer el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, por primera vez de forma oficial.
«Las negociaciones con los terroristas han comenzado. Las tropas extranjeras, y especialmente EEUU, están participando en ese diálogo», aseguró el dirigente.
El mandatario lleva mucho tiempo realizando varios llamamientos a los talibanes para que abandonen las armas, y obtuvo, el año pasado, el apoyo internacional a su plan de reconciliación, dirigido a los insurgentes para que acepten la Constitución y dejen la violencia.
Por su parte, desde la Casa Blanca aseguraron que mantiene una «amplia variedad» de contactos en Afganistán a «diferentes niveles», al tiempo que indicaron que el Ejecutivo norteamericano «ha apoyado constantemente el proceso de reconciliación liderado por Afganistán».
Los insurgentes han incrementado en los últimos años sus acciones armadas contra las tropas extranjeras desplegadas en Afganistán y siempre se han negado tajantemente a tratar con esos países nada que no implique su retirada inmediata de Afganistán.
Ayer mismo, sin embargo, el principal portavoz talibán, Zabiulá Muyahid, aseguró que las conversaciones son «un asunto candente», y se remitió a una posterior reunión de la cúpula del movimiento para valorar las palabras de Karzai. «Hemos rechazado las negociaciones muchas veces y esta vez ocurrirá lo mismo, pero primero debemos consultarlo con nuestros líderes. Éste no es un asunto trivial», matizó.
En los últimos años se han filtrado varios intentos de diálogo entre representantes del Gobierno afgano y de los radicales, y el pasado mayo, la publicación alemana Der Spiegel reveló un supuesto encuentro en suelo germano entre los talibanes y la CIA.
Varias fuentes oficiales de distintos países filtraron además, en las últimas semanas, que las potencias occidentales podrían estar preparando el terreno para un nivel más determinante de conversaciones, y que por el momento, sus contactos son preliminares.
El comentario de Karzai, el primer reconocimiento oficial del papel de Estados Unidos en las conversaciones, llega solo dos días después de que la ONU decidiera separar el régimen de sanciones contra los insurgentes del que aplica a la red terrorista Al Qaeda.
Según apuntó el embajador alemán en la ONU, Petter Wittig, con esta medida el Consejo de Seguridad busca enviar un «mensaje político» y «apoyo» al proceso de reconciliación en Kabul «en busca de la paz y la estabilidad».
Las fuerzas de EEUU mataron hace un mes y medio en Pakistán al jefe de Al Qaeda, Osama Bin Laden, quien era huésped de los talibanes afganos cuando planeó el ataque contra las Torres Gemelas de Nueva York, la causa fundamental de la guerra de Afganistán.
Los tanteos diplomáticos de ahora tienen lugar en un momento especialmente delicado, justo al comienzo de una fase de transición en la que las tropas extranjeras desplegadas en el país deben, a partir de julio, comenzar, poco a poco a retirarse.
En el país asiático hay en la actualidad 150.000 soldados extranjeros, dos tercios de ellos de EEUU, y en las próximas semanas iniciarán su retirada los primeros mientras se transfiere la seguridad a las fuerzas afganas en un proceso que debe concluir en 2014.
