La ministra de Fomento, Ana Pastor, rechazó que las obras del AVE a Galicia estén “paradas” y subrayó que “todo está garantizado” para que el AVE llegue a esta comunidad autónoma en 2018 como estaba previsto.
Así se pronunció la titular de Fomento al ser preguntada si ve posible que se cumpla el plazo de entrada en funcionamiento de la alta velocidad a Galicia en el año 2018 después de que las obras estén paradas desde el mes de enero.
“No están paradas”, afirmó rotunda Pastor, que invitó a recorrer esas obras. “Han estado parados algunos de esos proyectos porque las empresas pedían modificados por una cuantía que, desde luego, no estábamos en disposición porque el dinero es de los españoles”, aclaró.
En este sentido, la ministra explicó que las empresas tienen posibilidad de solicitar ese trámite para modificar. “Pero que sepa que todo está garantizado para que el AVE llegue a Galicia en 2018”, manifesto la responsable de Fomento.
Los paros en las obras para la conexión del AVE entre Madrid y Ourense, de hasta siete meses según la zona, se deben al pulso existente entre ADIF y las empresas constructoras. Estas últimas quieren añadir modificaciones al proyecto que incrementarían su coste mientras que el organismo público asegura que no asumirá cambios que no sean absolutamente necesarios.
Como respuesta, el Gobierno reiteró su compromiso con la llegada del AVE a Galicia a través de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), en los que las inversiones ferroviarias supondrán el 65 por ciento del gasto real estatal en la Comunidad para el año que viene, dentro del plan de que el tren de alta velocidad recorra todas las regiones de España y sean unidos a través de Madrid.
En concreto, el acceso del AVE y otras partidas relacionadas con el tren suman 883 millones en las Cuentas para 2016 en Galicia, de los que el tramo Lubián-Ourense acaparará 731,4 millones, a pesar de no saber las condiciones de los contratistas y los cambios futuros que pueda introducir tras las negociaciones entre las instituciones y ADIF por un lado, y los contratistas privados por otro.
