El PSOE fue moderando paulatinamente sus expectativas en las elecciones generales de este domingo. De dar prácticamente por segura una mejora respecto de los 123 escaños en el Congreso logrados en abril, en el partido hablan ahora de mantenerse estables, sumando unos pocos escaños más o incluso perdiéndolos.
El principal temor que hay entre los socialistas es que disturbios en Cataluña puedan empujar al votante indeciso de última hora a decantarse por la mano dura con el independentismo que defienden PP, Cs o Vox, según constató en círculos socialistas. Y su principal esperanza, que el miedo a Vox actúe como catalizador de una reacción progresista.
A pesar de que encuestas privadas publicadas en los últimos días otorgan al PSOE menos escaños que en abril, en la cúpula del partido aún hay quien confía en que estos sondeos fallen de forma estrepitosa como ocurrió en la repetición electoral de 2016, cuando subestimaron al PP y engordaron a Podemos, al que daban por encima del PSOE. Sólo la macroencuentra preelectoral del CIS vaticina entre 133 y 150 escaños para la formación de Pedro Sánchez.
Ni los cálculos más optimistas manejados en el seno del Gobierno y del PSOE llegan a esos 150 escaños que contempla el instituto dirigido por José Félix Tezanos y que, con 18.000 entrevistas, es la encuesta preelectoral hecha con una muestra más grande, si bien esas entrevistas se realizaron antes de los disturbios en Cataluña tras la sentencia del ‘procés’ y la exhumación de Franco.
De haber una subida considerable, que se asume como altamente improbable, nadie en el PSOE piensa en ponerse más allá de los 138 diputados.
Las posibilidades de crecimiento se concentran, según fuentes del partido, en Andalucía, donde podrían ganar entre dos y cuatro diputados más (en provincias como Sevilla y Cádiz); Cataluña (uno por Tarragona), Comunidad Valenciana (uno más por Castellón y quizás otro en Valencia, dependiendo de cuánto baje Més Comrpomís-Más País), Extremadura (uno más por Cáceres o Badajoz) y Castilla-La Mancha (pueden obtener uno más en Guadalajara y en Ciudad Real, si bien existe el riesgo de perder uno en Cuenca a favor de Vox).
En comunidades como Galicia, Asturias, Navarra, País Vasco, Castilla y León, Murcia y Baleares se trata más bien de retener lo conseguido y no ceder representación en favor de otras fuerzas, un riesgo que está presente en Madrid, donde los socialistas podrían perder entre uno o dos diputados debido a la irrupción de Más País.
