Hay personas que con el paso del tiempo llegan a formar parte del paisaje de un lugar, en este caso de un barrio, tanto o más que una plaza, una arboleda, un colegio o la iglesia parroquial. Este es el caso de Miguel Ángel Tapias Hurtado, el ‘aspirino’ de San José, que después de toda una vida detrás del mostrador de la farmacia del barrio va a recibir el merecido homenaje y reconocimiento por parte de sus vecinos el próximo viernes, 8 de noviembre, desde las 18,30 horas en la plaza de San José.
En ese lugar, centro neurálgico del barrio, se encuentra la farmacia donde Tapias, nacido un mes de noviembre de 1956, empezó como ayudante en los años setenta del siglo pasado. “Nuestro querido aspirino”, como reza en los carteles que se han distribuido por San José para anunciar la fiesta que han organizado conjuntamente las ‘fuerzas vivas’: Asociación de Vecinos 1º de Mayo, Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y Asociación de Aguederas, nació en este barrio y su padre, Cayetano Tapias, era amigo de Felipe Burgos, dependiente de la farmacia que fue quien puso en contacto a esta familia con los titulares del establecimiento, don Gerardo Angulo y doña Elvira Herrero.
Así fue como Miguel Ángel comenzó a ayudar a Felipe, a quien considera como su segundo padre, según explican desde la familia Tapias. De él fue aprendiendo los entresijos de la botica del barrio, como los más mayores la conocían. Cuando Felipe se marchó a otra farmacia, don Gerardo le ofreció llevar la de San José cuando solo tenía 18 años. Poco después se tituló como auxiliar de farmacia y desde entonces y hasta este año ha sido la cara amable de este establecimiento por el que los vecinos de San José, y de otros barrios, han paseado sus vidas y dolencias en las últimas cinco décadas.
La farmacia pasó de manos. Los Angulo/Herrero se la traspasaron a don Gregorio Pérez Lobo, quien al ver que funcionaba bien en manos de Miguel le otorgó la misma confianza que el anterior titular. Tanto es así que cuando las aguederas decidieron nombrar al ‘aspirino’ de San José su Home Bueno, el propio don Gregorio, más conocido como Goyo, colaboró orgulloso en el evento.
La asociación de vecinos también tuvo hace años un primer reconocimiento hacia esta figura casi de la familia para muchos residentes, que ha continuado en la farmacia cuando hace seis años se produjo el último cambio de titular.
Son muchos los que recuerdan que en todos estos años ha sabido ganarse el cariño de clientes llegados hasta de otras localidades de la provincia y no han sido pocas las ocasiones en las que, cuando cerraba la farmacia, él mismo acercaba los medicamentos a los domicilios de algunos vecinos.
Hay un detalle que lo dice todo y es que la relación con sus jefes ha sido de amistad y, por ejemplo, los hijos de don Gerardo: Manolo, Hito, Luis y Carlos han seguido acudiendo a la farmacia como clientes y amigos de Miguel Ángel Tapias.
Don Gregorio ha tenido muchos detalles con él, incluso haciendo regalos a su madre y le sigue llamando para tomarse unos vinos o comer juntos e intercambiar impresiones.
Este ‘aspirino’ es también conocido en Segovia porque es seguidor de clubes deportivos, socio desde hace más de 40 años de la Gimnástica (es el abonado número 47) y lo ha sido, asimismo, del equipo de fútbol sala desde que nació como La Escuela hasta su desaparición.
Sin duda, la del día 8 será una tarde de muchas emociones para Miguel y su familia. Las tres entidades organizadoras prometen una fiesta con música, a cargo de Costa y Pajares, limonada y pastas en honor “a nuestro querido aspirino”.
