Desde que la Gimnástica Segoviana pasó de ser el gallito de Tercera al equipo pequeñito de Segunda B, la mayoría de los entrenadores de los equipos con los que se ha medido el conjunto azulgrana han usado el tópico de “no hay enemigo pequeño” para definir sus enfrentamientos con el equipo de Paco Maroto. Éste ha sido el caso de Javier Mandiola, técnico de la Sociedad Deportiva Eibar, que ya valoró el trabajo de la Segoviana en el encuentro de ida jugado en La Albuera, que acabó con empate a un gol, y que para esta ocasión tampoco ha querido hacer de menos a un rival azulgrana que continúa sin encontrar su propia identidad en el año del retorno a la División de Bronce del fútbol español.
La suspensión del partido que la Segoviana debía jugar ante el Zamora el pasado miércoles ha traído como consecuencia no sólo la pérdida de una plaza en favor del Burgos, sino también que los tres jugadores sancionados para el encuentro frente al conjunto zamorano, Durán, Ricardo y Font, deberán cumplir su partido sin jugar en la tarde de hoy. A estas ausencias habrá que unir las bajas por lesión de Manu, que se produjo una torcedura de tobillo en uno de los últimos entrenamientos, por decisión técnica de Roberto y Terleira, difícilmente comprensibles estas últimas teniendo en cuenta que Roberto estaba siendo el titular en el pivote defensivo, y que Terleira es (junto a Pino) el único delantero centro que tiene un equipo que necesita ganar.
Pero… hoy que suponer que Maroto habrá escogido a los que él considera como más idóneos para tratar de puntuar en Ipurúa, y no habrá castigos de por medio, que a estas alturas de la competición la Segoviana no está para demasiadas movidas, aunque con la temporada “calentita” que ha tenido el equipo tampoco sería de extrañar que el técnico hubiera tenido sus más y sus menos (otra vez) con alguno de los pesos pesados del equipo.
La única buena noticia para el conjunto gimnástico es la recuperación de Maikel, que ha entrado en la convocatoria, aunque no parece previsible que forme parte del once inicial que se medirá a un Eibar que quiere alcanzar los 65 puntos (¡qué envidia!) para jugar el play off de ascenso, y que cuenta con los tres que se pongan en juego a las seis de esta tarde.
Ni qué decir tiene que la Segoviana necesita la victoria, porque desde que lograra en el campo del Lemona la primera, y única, victoria fuera de casa, ya han pasado tres meses. Se tratará de sorprender a un Eibar que sólo ha perdido un partido en Ipurúa, allá por agosto. Puede ser una misión imposible, y así lo reflejan las apuestas, que pagan 9 a 1 la victoria azulgrana en el campo del tercer clasificado. Pero cosas más raras se han visto en el fútbol.
