Se acerca noviembre y aunque la Navidad aún se ve lejana, para los belenistas cuellaranos, los días y sus horas se tornan cada vez más valiosos. Todos los momentos son pocos para terminar sus creaciones, y el siguiente avance es concluir el montaje en la iglesia de San Miguel. Allí se encuentran estas tardes los miembros del equipo de taller, algo más de una decena de personas que, como explica la presidenta y directora creativa, Sonia Martín, se compenetran perfectamente porque ya son casi otra decena de años trabajando juntos.
Este 2019, la Asociación Cultural de Belenistas de Cuéllar se centrará en sus dos belenes parroquiales, el de la iglesia de San Miguel y el del Convento de Santa Clara. En el templo parroquial ya se puede contemplar una estructura gigante que va a convertir ese belén en un diorama gigante, con mucha más profundidad. En esta creación, todo girará en torno a una pieza donada por Enercoluz, La Visitación, de Montserrat Ribes; será el detalle principal de la obra. Las demás figuras son de los sevillanos hermanos Cerrada. «Cuéllar y la asociación se está haciendo con una colección de figuras muy importante, de autores muy relevantes», señaló Martín. En Santa Clara van a volver a cambiar la composición; lo dejarán expuesto en la parte central para poder rodearlo en un recorrido completo. Para este, la idea es hacerlo más ambiental, con productos naturales que les ofrece el pinar, y lleno de escenas bíblicas. Cuentan con una vasta colección de figuras de Montserrat Ribes y esta creación pretende reflejar muchas más escenas de la Biblia.
A simple vista, se observa la evolución de las construcciones: acabados más realistas, nuevas texturas y piezas más grandes que darán homogeneidad al belén. Para los creadores, el material estrella es el porexpán, que se usa como aislante. Martín explicó que son varias las empresas de Cuéllar que han donado sobrante del material de sus aislamientos. Quemado, tallado y otras técnicas logran la imitación de madera, e incluso el efecto del agua, hecho con resinas. Las tonalidades de las casas también son este año diferentes, más mates, porque están utilizando tierras naturales, como se usaban antiguamente.
La ilusión se palpa desde junio, cuando los belenistas comenzaron a trabajar, plantearon su proyecto e iniciaron sus tareas. Este año no contarán con espacios municipales pero sí formarán la ruta de belenes que tanto atrae a los visitantes en Navidad. Van a componer belenes para escaparates de algunos establecimientos cuellaranos, como la Panadería Pedro y Ana, Peluquería Etnia, y otro en la calle Las Parras (aún por determinar local), que cede la asociación de Encinillas, hecho con cartón reciclado y premiado por la Diputación de Segovia. Serán más escaparates los que cuenten con sus creaciones, pero todavía están por confirmar. Martín añade a todas estas paradas de la ruta el belén de Jesús García, ex-alcalde de la localidad y aficionado a este arte, que ya el año pasado abrió sus puertas a su belén, con nuevas incorporaciones y piezas exclusivas de gran valor.
Cuéllar vuelve a tener su ruta de belenes y lo ofrecerán a los colegios, así como a las Parroquias. «Intentamos animar una época del año y la mejor recompensa a este trabajo es que vengan a verlo», concluyó la presidenta. Se prevén la inauguración y pregón para el puente de diciembre, con fecha aún por determinar, aunque informarán puntualmente.
EL 16 DE NOVIEMBRE, CURSO
Han sido varias las ocasiones en que la asociación ha recibido en casa los cursos, y este año son los miembros los que lo imparten, concretamente Sonia Martín. Después de recibir formación, quieren compartirlo con todos aquellos que se están familiarizando con los belenes. El sábado 16 de noviembre, en el Centro Parroquial, los asistentes recibirán por 25 euros un kit de material para poder crear su propio misterio. También enseñarán a crear objetos puntuales como pequeños cestos, frutas y técnicas que iniciarán a los participantes en este arte. El objetivo también se basa en que el público compruebe en primera persona lo laborioso de estos trabajos, que en muchas ocasiones no se valoran por desconocimiento. Además, con esto pretenden animar a poner los belenes en casa, hecho que aseguran, se está recuperando. Las inscripciones están abiertas en el taller (Plaza Mayor), Caja Rural y teléfono 670 20 52 24.
