Amigos y compañeros del escritor segoviano Andrés Sorel, fallecido a principios de este año, participaron en el XIV Encuentro de Escritores ‘Otra forma de pensar, otra forma de escribir’ organizado por el Foro Social de Segovia, celebrado el pasado fin de semana en el Aula de San Quirce, antigua Universidad Popular. Abrió la primera jornada Olga Lucas Torre, quien evocó emocionada la relación que mantuvieron tanto ella como su compañero José Luis Sampedro con Andrés, destacando su conexión por la forma de sentir la escritura, por su distancia con lo políticamente correcto y su humanismo, elemento central de una gran parte de la vida y obra de los tres. A continuación, Luis Carlos Nieto García subrayó el compromiso de Andrés Sorel con los vencidos y su preocupación por la violencias y el deterioro del poder, que a menudo deriva en totalitarismos. Mateo de Paz Viñas, por su parte, agradeció la labor de Sorel como editor, dando oportunidades a jóvenes escritores.
La relación de José Ramón Ripoll con Andrés parte de la lucha contra la dictadura franquista, que ambos combatieron y criticaron. Explicó cómo la verdadera libertad puede encontrarse en la literatura, el arte y la educación. Completó el turno de ponencias Tomás Sánchez Santiago, quien destacó dos palabras con las que definió al escritor segoviano, resistencia y utopía, además de su actitud insobornable.
En el segundo día el encuentro, abrió el turno de ponencias Marifé Santiago Bolaños, que recordó a Andrés Sorel como una de las personas que han dejado huella en ella, especialmente por su generosidad sin límites y sus ganas de trabajar. Subrayó su compromiso en la lucha contra la injusticia y su compromiso con el dolor de los oprimidos. Continuó Fanny Rubio, quien hizo hincapié en la imagen de un Andrés Sorel disidente, como aquella persona que mantiene el hilo de los sueños.
Antonio González Cantalejo hizo un recorrido por la vida y el pensamiento de Sorel, del que emergió la figura del escritor como luchador contra el olvido y no violento, partidario del diálogo y la palabra frente a un mundo violento. Intervino después Matías Escalera Cordero, para describir a Andrés Sorel como un referente intelectual, como impulsor de jornadas sobre la II República y como un comunista incómodo, persistente hasta el final, e imprescindible. Cerró el turno de intervenciones Pablo del Barco Alonso, que recordó su relación con Sorel como un sentimiento íntimo de castellanos viejos que se instaló entre ambos.
Un año más, el encuentro de escritores celebró un paseo literario por Segovia, de la mano de Jesús Pastor, doctor en Filología Hispánica y catedrático de Lengua Castellana y Literatura. El paseo partió de los pies del Acueducto citando una carta que envió Antonio Machado a Blas Infante, para seguir por la calle San Juan, con cita a la historia del Acueducto que evoca el diablo; plaza Conde Cheste, con mención a la leyenda de los Salvajes del escudo del Palacio Quintanar; Mirador del Acueducto en el postigo, con historia sobre la Mujer Muerta; Grabador Espinosa, calle Real, Paseo del Salón, subida por la Puerta del Sol hasta el patio de la Casa de Abraham Seneor, con la historia de la nieta de Juan Bravo, el doctor Laguna y los corrales de comedias donde se realizaban representaciones en el patio, para finalizar en la Plaza Mayor junto a la estatua de Antonio Machado, donde se dio lectura a un párrafo de un libro de Sorel.
