Los quintos del 69 de Cantimpalos, Escobar de Polendos, Peñarrubias y Villovela de Pirón han celebrado su 50 aniversario con un encuentro en la localidad en la que cursaron sus primeros estudios. El programa de actos comenzó con una misa en la iglesia de la Inmaculada Concepción, en acción de gracias por los años concedidos, oficiada por el párroco Pablo Montalvo Muñoz. Uno de los quintos tomó la palabra y recordó sus primeros años “por estas tierras castellanas”. “Es una experiencia gozosa y gratificante comprobar que, a pesar de todas las dificultades que hemos tenido durante estos 50 años, la mayoría de nosotros seguimos estando muy unidos”, manifestó.
“Hoy todos tenemos un objetivo común, estar juntos y disfrutar. Este es el mejor motivo para regresar al lugar donde estuvimos y fuimos felices, y qué mejor sitio que delante de nuestra patrona la Inmaculada Concepción”, añadió, ante sus amigos, muchos de ellos procedentes de diferentes puntos de la geografía española. Concluyó su intervención con el deseo de disfrutar de una jornada de fraternidad, recordando a aquellos que no pudieron asistir al encuentro.
Los quintos participaron en la eucaristía en las lecturas y preces, con ofrenda de flores y juegos de su infancia. La misa estuvo amenizada por el coro juvenil parroquial, con acompañamiento de guitarras y bandurrias, dirigidos en esta ocasión por Lía y Carmina.
Seguidamente se lanzaron cohetes y tuvo lugar un vino español, para después continuar compartiendo mesa y mantel en un restaurante de Segovia. Allí no faltaron anécdotas y recuerdos de andanzas de la infancia y la juventud. Ya por la noche, regresaron a Cantimpalos, donde disfrutaron de una cena de hermandad, continuando con música y baile, con la actuación de Esparadrapo, Dj Mouss y fuegos artificiales.
