El abogado defensor del exdirector general financiero y de riesgos de Caja Madrid y de Bankia Ildefonso Sánchez Barcoj aseguró que no estaba entre las funciones de su representado la elaboración de los estados financieros de la entidad, que en cualquier caso considera “plenamente verdaderos”.
Así lo puso de manifiesto durante la presentación de conclusiones finales en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid). La Fiscalía, que no acusaba inicialmente a Barcoj, finalmente pidió para él dos años y medio de cárcel por considerarlo cooperador necesario del delito de estafa a inversores.
El abogado defendió que ni las cuentas de Bankia del ejercicio 2010 ni las del primer trimestre de 2011 (las de la salida a Bolsa) pueden calificarse de falsas, ya que no vulneraban la normativa y cumplían las exigencias del supervisor.
Para ello, trató de desmontar la tesis de la acusación de que hubo un delito de falsedad contable desde la constitución del Sistema Institucional de Protección (SIP) que dio lugar al grupo BFA-Bankia, al realizar “erróneamente” los gestores de BFA los ajustes a valor razonable de los activos y pasivos de la entidad.
Según explicó, estos ajustes fueron decisión de las propias cajas por indicación del Banco de España, y no de los gestores de BFA, que se limitaron a realizar una agregación automática de las cuentas de las siete cajas, que habían sido previamente formuladas y auditadas, por lo que “no podían sufrir modificación de ninguna clase por parte de la entidad”.
Pese a mantener la “plena veracidad” de las cuentas de 2010, el abogado señaló que, en cualquier caso, Sánchez Barcoj nunca tuvo entre sus funciones la elaboración de los estados financieros de BFA o de Bankia.
De hecho, señaló que fue nombrado director general financiero de riesgos “en dependencia directa del señor Verdú”. Como el abogado del exconsejero delegado afirmó que ni las cuentas ni los riesgos dependían de él, el defensor de Barcoj sostiene que “mucho menos aún podría atribuirse esa responsabilidad a su subordinado, Ildefonso Sánchez Barcoj”.
En este punto, se detuvo para reprochar a la fiscal Carmen Launa sus reiterados errores al citar las fechas de nombramiento y funciones desarrolladas por Barcoj “con objeto de presentarle como responsable en ámbitos de gestión en los que no tomó parte alguna”.
Así, la fiscal afirmó que Barcoj fue director del área de auditoría interna de Caja Madrid, que en diciembre de 2010 fue nombrado director financiero y de riesgos del grupo BFA y que posteriormente lo fue de Bankia, cuando en realidad el acusado cesó como director de auditoría interna de Caja Madrid en el año 2000 (solo ostentó este cargo durante tres años) y nunca fue empleado de BFA o del grupo empresarial BFA.
Respecto al folleto de salida a Bolsa, la tesis inicial de las acusaciones apuntaba a un delito de estafa al haber “ocultado” a los inversores que la crisis económica impediría la viabilidad de Bankia sin ayuda pública adicional. El letrado cuestionó que la falta de viabilidad empresarial del banco era “una proyección a futuro, una estimación subjetiva como cualquier otra, no un hecho cierto”.
En su calificación final, la Fiscalía afirmó que la información del folleto era “falsa”, porque incorporaba estados financieros “falsos”, relacionando la estafa con el pasado. El abogado reiteró sus argumentos sobre la veracidad de las cuentas y ha negado que Sánchez Barcoj coordinase estrategia de ningún tipo en el proceso de salida a Bolsa de Bankia, pues no se encontraba dentro de equipo que coordinaba el proyecto, en el que había 13 representantes del banco.
