Maite Pagazaurtundua, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo y hermana del que fuera jefe de la policía local de Andoain asesinado por ETA en 2003, celebró ayer la detención de los presuntos culpables del tiroteo de Joseba, así como la nueva actitud del Gobierno vasco y la Ertzaintza ante los pistoleros y los lacayos políticos de la banda terrorista.
Por contraste, la representante de los afectados por los atentados sostuvo que en el PNV «faltaba liderazgo más comprometido» con la deslegitimación del terrorismo, y proclamó que, aunque «durante muchos años tantas cosas no se hicieron bien», se comenzó a mejorar en «los últimos años» de Juan José Ibarretxe como lehendakari.
En todo caso, el cambio de Ejecutivo en la región norteña «ha sentado bien» a la Policía autonómica porque «no hay nada más destructivo para las reglas del juego que la impunidad» de los etarras.
En este sentido, Pagazaurtundua explicó durante una rueda de prensa convocada para analizar la redada que llevó a comisaría a Gurutz Agirresarobe Pagola, presumible responsable material de los disparos que acabaron la vida del ex agente de las Fuerzas del Orden, declaró tener «la impresión» de que buena parte de la «debilidad y declive» de la banda asesina está relacionada con la nueva actitud de la Ertzaintza dirigida por los socialistas.
En consecuencia, Pagazaurtundua, acompañada por su cuñada, Estíbaliz Garmendia, viuda de Joseba, quiso agradecer expresamente el trabajo del Cuerpo regional, «que ha vuelto a abrir el caso y que se ha esforzado por buscar a los responsables».
Críticas a los ‘jeltzales’
La jefa de la AVT no quiso entrar a enjuiciar si la captura del presunto asesino de su hermano, al que se llegó gracias a una muestra de ADN recogida en el bar donde se produjo el mortal tiroteo, pero sí insistió en que, dentro del trabajo de la Ertzaintza, «las cosas han ido cambiando», pues antes -durante los mandatos nacionalistas- sus agentes actuaban «de testigos» frente a las amenazas, agresiones e insultos que recibían quienes expresaban su apoyo a «asesinados y secuestrados».
«Hubo mucha miopía y ceguera por los votos que sustentaban al Ejecutivo», denunció antes de afirmar que, en la época de su hermano, el corazón de Guipúzcoa fue «el paradigma de la tragedia de un fanatismo de aldea», en el que, cuando asesinaron a Joseba y a José Luis López de la Calle, las mociones de censura de PSOE y PP en Andoain no contaron con el apoyo del PNV ni de Eusko Alkartasuna. «Muchas cosas no se hicieron bien; mucha gente no quiso propiciar que Batasuna abandonara las instituciones vascas».
Ahora, lejos de pintar una situación idílica, Pagazaurtundua recordó que sigue habiendo partidos a los que «todavía les cuesta asumir» que el mundo de ETA «no va a evolucionar voluntariamente» y que «siempre busca engañar; son tontos útiles para su camino». «Ojalá no vuelva a repetirse esto en las próximas elecciones municipales», confió como prolegómeno a reivindicar la trayectoria de ¡Basta ya!, una plataforma ciudadana «atípica, heterodoxa y de pensamiento muy libre», efímera pero «muy importante» por lo que supuso para la sociedad vasca y uno de cuyos miembros más activos fue su hermano.
