Tres de los lesionados han sido corneados por las reses en el tramo urbano y han sido trasladados al Hospital de Segovia para ser curados y tratados con antibiótico tras sufrir cornadas todos ellos de unos 12 centímetros, según ha informado a Europa Press el cirujano de la plaza de toros, Pablo Vázquez.
Según sus datos, los heridos por asta de toro son un hombre de Castellón de unos 50 años que ha sido alcanzado en el brazo; un joven de Cuéllar que ha sido corneado en la pierna izquierda, y un hombre de Vallelado (Segovia) de mediana edad que ha sufrido una cornada en la ingle derecha. Su estado no reviste gravedad.
Además, otras tres personas han sido trasladadas a la Enfermería al sufrir contusiones en un tobillo, la cabeza y la espalda en el mismo tramo y han sido posteriormente remitidas al Complejo Asistencial segoviano para ser sometidas a un estudio radiológico.
El segundo de los encierros de Cuéllar, reconocidos como los más antiguos de España y declarados de Interés Turístico Nacional, ha sido protagonizado por toros de procedencia Muruve de la ganadería de El Canario, de Fuenteguinaldo (Salamanca), y se ha completado con rapidez aunque con algún momento de tensión.
La manada ha salido agrupada de los corrales hacia las 8.00 horas y ha sido guiada con ligereza por el campo, donde dos de los seis bravos han conseguido descolgarse al pasar la zona de pinares y han accedido a un polígono.
Tras reconducir a uno de ellos, el otro astado se ha refugiado junto con varios bueyes en el túnel de la Autovía de Pinares y ha muerto posteriormente desnucado al golpearse con la pala de un tractor cuando trataban de sedarle, según ha explicado el alcalde de Cuéllar, Jesús García.
Hacia las 9.30 horas, la hora prevista, los cinco toros junto con los mansos y decenas de caballistas han comenzado a descender por el conocido como ‘Embudo’, el punto anterior al tramo urbano.
En la bajada uno de los toros ha logrado situarse en cabeza y, ante su tendencia hacia la margen derecha, ha provocado la huida de decenas de personas que permanecían en la ladera.
A pesar de que del ‘Embudo’ no es una zona habilitada para ver el encierro, este punto es uno de los preferidos por los espectadores por la bella imagen que dejan toros, caballos y jinetes con sus garrochas durante el descenso.
«BONITAS CARRERAS» EN LAS CALLES
Finalmente, han hecho su entrada en las calles las cinco reses, donde eran aguardadas por los mozos en el recorrido y cientos de personas que se agolpaban tras las talanqueras. En el tramo urbano, de un kilómetro y medio de longitud, se han podido observar de nuevo «bonitas» carreras, según el regidor, aunque el segundo encierro ha dejado finalmente seis heridos de diversa consideración.