Un hombre de 45 años, que era agente de los Mossos d’Esquadra, mató presuntamente con un arma de fuego a su mujer y después se suicidó en un piso de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona).
Los Mossos recibieron el aviso a las 8.00 horas de la mañana de ayer jueves, en el que se alertaba de una discusión en un domicilio del municipio. Cuando los agentes llegaron al lugar, encontraron a un hombre y una mujer muertos, en lo que parece ser un nuevo caso de violencia de género.
En el momento del suceso se encontraba en la casa la hija menor de edad de la pareja, así como otra familiar también menor, que fueron vistas por los vecinos gritando en el balcón.
El alcalde de la localidad, Jordi San José, aseguró que no había ninguna denuncia contra él, ni orden de alejamiento ni ninguna circunstancia que pudiera apuntar a este trágico desenlace.
Además, la juez de Sant Feliu de Llobregat en funciones de guardia confirmó que el agente de los Mossos no tenía antecedentes por maltrato.
Según informó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en un comunicado, la jueza del Juzgado de Instrucción 6 de la localidad finalizó el levantamiento de los dos cadáveres y se inhibió para que el caso fuese asumido el juzgado de violencia contra la mujer.
La familia era conocida en el municipio porque habían tenido un bar en el centro que traspasaron hace unos años, según explicó el alcalde, quien mostró su rechazo ante todo tipo de violencia machista.
Medio centenar de vecinos de Sant Feliu de Llobregat se concentraron ante el Ayuntamiento para participar en el minuto de silencio en recuerdo de la víctima, de 36 años de edad.
