Vox impidió con sus cuatro votos en contra la investidura del candidato del PP a la presidencia del Gobierno de Murcia, Fernando López Miras, que sumó los 16 apoyos de su grupo y los seis de Ciudadanos.
La formación de extrema derecha justificó su voto en contra por la negativa a firmar un pacto a tres de Ciudadanos, que ayer por la mañana se sentó por primera vez con PP y Vox en una reunión de más de cuatro horas.
Esta fue la segunda votación fallida de investidura del presidente murciano en funciones y candidato del PP, que en el primer pleno del martes requería de mayoría absoluta (23 votos) y que ayer por la tarde solo hubiera necesitado una mayoría simple, para la que bastaba la abstención de Vox.
Sumado al “no” de PSOE y Podemos, el voto en contra del partido liderado por Santiago Abascal, que rompió la negociación iniciada a primera hora de esta mañana con la participación del secretario general del PP, Teodoro García, obliga ahora a que el presidente de la Asamblea Regional, Alberto Castillo, de Cs, abra una nueva ronda de consultas con los portavoces parlamentarios para otro debate de investidura.
Según el Estatuto de Autonomía, hay dos meses de plazo desde la primera votación para que tengan lugar nuevos intentos de elección del jefe del Ejecutivo, transcurrido el cual el presidente del legislativo deberá disolver la Cámara y convocar elecciones.
El portavoz de Vox, Juan José Liarte, adelantó durante su turno de palabra el voto negativo de su partido, del que culpa directamente a la dirección nacional de Ciudadanos. Los diputados murcianos del partido naranja, dijo Liarte, demostraron “estar muy por encima de las capacidades técnicas y políticas” de la dirección de su partido y “han estado a la altura” de las circunstancias al sentarse en una mesa a tres en las que el acuerdo entre sus programas “ha llegado al 95 %”.
responsabilidad
Minutos antes, el candidato a la presidencia, Fernando López Miras, apelaba a la responsabilidad de los de Santiago Abascal porque “solo a través del acuerdo” podrán cumplir con el proyecto político “más razonable, más conveniente”.
A cambio de su apoyo en la investidura, ofreció a los ultraconservadores “respeto” para sus propuestas y votantes y “compromiso firme” de cumplirlas porque todas ellas son, dijo, “legales, constitucionales, ninguna supone la eliminación y reducción de derechos y libertades individuales y son bastante razonables”.
“Mi compromiso es compatibilizar perfectamente sus propuestas con los compromisos que adquirí con Ciudadanos”, insistió, para asegurar que no “defraudará” ni a los votantes de Vox ni al resto de murcianos.
“Aquí no termina ninguna negociación, aquí empiezan todas”, argumentó, y agregó que les abre las puertas y tiende las manos para una “legislatura de negociación constante”.
Por su parte, la líder de Cs, Isabel Franco, aseguró que los acuerdos que el PP alcanzó con otros partidos “no son obstáculo” para mantener su voto favorable, por lo que es “imposible comprender que Vox” se haya convertido en “aliado del sanchismo y de la extrema izquierda”.
