El Barcelona, en uno de sus partidos claves del final de la temporada, solo pudo lograr ayer un empate frente a un Sevilla que supo aguantar el claro dominio azulgrana en la primera mitad, y que incluso buscó la victoria cuando el compromiso se rompió a partir del descanso.
El equipo catalán impuso su habitual control desde el principio y se hizo dueño del balón ante un adversario que esperaba agazapado los errores de los visitantes, para así tratar de hacer daño al contragolpe.
El entrenador de los anfitriones, Gregorio Manzano, apostó de inicio por tres pivotes y el cambio de banda de los extremos, con el objetivo de cerrar los huecos a los ‘culés’.
De cualquier modo, el Barcelona pudo abrir el marcador pronto, pero el colegiado Pérez Lasa anuló un gran gol de falta del argentino Leo Messi, al entender que el centrocampista Sergio Busquets cometió falta cuando el balón volaba hacia la red.
Esta fantástica ocasión asustó al Sevilla, al que el esférico le duraba demasiado poco. Para colmo, sus jugadores más rápidos, Jesús Navas y Diego Capel, estaban más preocupados de defender su posición que de crear peligro real a Víctor Valdés, que en esta fase de la batalla fue un mero espectador.
Los pupilos de Pep Guardiola no se impacientaron con el paso de los minutos y, gracias a su virtud, llegó la diana. El brasileño Dani Alves sorprendió a la defensa tras un meritorio pase al hueco de Xavi y tuvo el temple necesario para ceder atrás a Bojan, quien anotó y dejó atrás su sequía.
El canterano, suplente en un principio, se vio obligado a sustituir al lesionado Pedro cuando no se había cubierto ni la mitad del primer acto. El canario afrontó la cita ‘tocado’ y finalmente no consiguió aguantar.
A partir de ahí, y hasta el intermedio, los de la Ciudad Condal generaron oportunidades para sentenciar, pero no lo lograron. Messi, que no acertó en sus ocasiones, dio el susto en la última acción antes del descanso. Dio la sensación de que se había lesionado, si bien se recuperó.
El guión cambió totalmente a la vuelta de los vestuarios. Manzano regresó a su versión más ofensiva con la entrada de Frederick Kanouté en lugar de Didier Zokora, y el conjunto hispalense mejoró bastante.
Este progreso no tardó en trasladarse al electrónico y los nervionenses sellaron las tablas. Álvaro Negredo luchó por una bola con Gerard Piqué y se hizo con ella. Se quedó sin espacio para regatear a Valdés, pero envió la pelota al corazón del área, desde donde Jesús Navas rubricó el 1-1.
Desde entonces y hasta la conclusión, el partido se volvió loco y cualquiera de los dos contendientes pudo ganarlo. El Barcelona tenía la posesión casi siempre, aunque cada salida a la contra de los anfitriones era peligrosísima.
Por supuesto, los de Guardiola también crearon oportunidades, y en los instantes postreros un defensa andaluz sacó un esférico que ya se colaba en la portería.
De todas maneras, no se produjeron más goles y el Barça se tuvo que resignar al empate. La Liga ‘resucitó’, porque el Real Madrid se ha puesto a cinco puntos.
