El campus María Zambrano de la Universidad de Valladolid celebró una doble sesión de graduaciones de alumnos de la Facultad de Educación que en su conjunto resultó ser un homenaje a la profesión de maestro.
El ágora universitaria recibió primero a los familiares, profesores y a los 31alumnos de la primera promoción del Programa de Estudios Conjunto de Grado en Educación Primaria y Grado en Educación Infantil que recibieron los diplomas de graduados.
Las egresadas Cristina Galindo Velasco y María Jesús Gómez Muñoz presentaron la ceremonia y fueron dando paso a las intervenciones del vicerrector del campus de la UVa, Agustín García Matilla; del vicedecano de Ordenación Académica de la Facultad de Educación, Juan Carlos Marique; del padrino y de la madrina de promoción Víctor López Pastor y Eva Álvarez Ramos; y de Marta Garza Alonso y Alberto Verdugo Álvarez quienes hablaron en representación de los alumnos.
En su ‘no discurso’, Eva Álvarez citó a García Márquez, Richard Ford, Ortega y Gasset, Óscar Wilde o Saramago. También hizo presentes la imagen del ‘rebelde desconocido’ de la plaza de Tiananmen, y las vidas de Víctor Jara y Miguel Hernández para compartir el deseo de que su espíritu “nos acompañe y nos inspire para enseñar con libertad y corazón”. “Por una educación que nos enseñe a pensar y no a obedecer”, dijo a modo de brindis la profesora que hizo doblete como madrina ya que poco después acompañaba a los 30 egresados de VII promoción del grado en Educación Infantil, como también hizo el vicerrector Agustín García Matilla.
Las presentadoras de la graduación de los alumnos del grado en Educación Infantil fueron Catalina Pietrzyk y Ana Sancho, mientras que Judith Cáceres, Marta Sevillano y Rubén Buceta dieron voz a los estudiantes que acaban su carrera universitaria e inician la profesional.
Los padrinos de promoción, Eva Álvarez y Roberto Monjas recordaron a los jóvenes que ayer recibieron sus diplomas de graduados que la docencia es vocación, la docencia es pasión, la docencia es reivindicación. “Solo en y desde las aulas puede alcanzarse una verdadera revolución. Aquella que pacíficamente nos lleve a la igualdad”. Y terminaron con unas palabras que provienen de una persona muy significativa para la Facultad de Educación, un verdadero maestro, Luis Torrego. “Queda prohibido. Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo”.
